Investigadores aprovechan desechos de mercados para crear un nuevo producto
Las frutas que se desperdician en plazas de mercado son el principal ingrediente de UBA, un novedoso producto exfoliante natural creado por estudiantes de diferentes ramas de la ingeniería que se unieron para darle un uso sostenible a estos desechos.
Detrás de esta iniciativa están los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Laura Ortiz, Andrés Rosas y Alejandra Vergara, de Ingeniería Química, Alexandra Ramírez de Ingeniería Mecánica, y Jimmy Pulido y Sebastián Chávez de Ingeniería de Sistemas, quienes buscan contribuir a que las cifras de desperdicio de alimentos se reduzcan, ya que según la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) estas alcanzan a ser un tercio de lo que se produce en el mundo.
El 44 % de estos desechos corresponde a las frutas, cifra que en Colombia puede alcanzar hasta el 58 %, algunas de estas que solo por estar magulladas ya no resultan apetecibles para el consumidor y terminan en la basura. En ellas, los estudiantes vieron un gran potencial para convertirlas en una crema exfoliante sostenible, siempre y cuando no tengan ninguna afectación microbiológica.
Maracuyá, curuba, guayaba, mora y cereza son algunas de las frutas incluidas en la formulación de UBA, en la que se combinaron con ingredientes naturales y sostenibles como aceites de almendras, de coco, de uva y de jojoba, además de alcoholes etílicos, como un emulsificante de origen renovable.
Con este producto la estudiante Laura Ortiz ya se había hecho merecedora de un reconocimiento en 2017, en el Primer Concurso Nacional Universitario de Productos Cosméticos Naturales, organizado por la Asociación Colombiana de Ingeniería Química, donde UBA obtuvo el primer puesto.
Junto con sus compañeros, la estudiante Ortiz trabajó en el perfeccionamiento de la crema exfoliante como idea de emprendimiento, en el marco del Taller de Proyectos Interdisciplinarios (TPI), una asignatura que deben cursar todos los estudiantes de Ingeniería y en la que desarrollan interdisciplinariamente soluciones a problemas de la industria.
“Teníamos la formulación base y quisimos modificarle algunos aceites y extractos que nos dieran las propiedades deseadas para nuestro consumidor. Para eso hicimos una amplia investigación en literatura científica, libros de cosmética y consultas a expertos en el tema, egresados de la Universidad” comenta la estudiante Ortiz.
Esto les permitió incluir en la crema ingredientes sobre los que se tiene referencia científica asociada con propiedades humectantes, exfoliantes y antioxidantes, que además ayudan a prevenir las arrugas. Con este producto final realizaron un estudio del consumidor, en el que se evaluaron propiedades de aroma, apariencia, textura, exfoliación y humectación, y todas obtuvieron una calificación superior a 4 sobre 5.
Como se incluyen las propiedades exfoliantes de las frutas, UBA también reduce el uso de plásticos como los que componen los exfoliantes comunes, cuyas microesferas –que pueden ser entre 130.000 y 2,8 millones en un envase de 15 ml– terminan contaminando los océanos.
“Lo que planteamos es una crema exfoliante natural, sin parabenos ni conservantes, que aproveche los residuos de estas frutas y sus semillas en el exfoliante y que su empaque genere menor impacto ambiental”, manifiesta la futura ingeniera, quien proyecta seguir trabajando en el desarrollo de este producto y en la consolidación de su marca.
Fuente: DICYT