La lignina, un biopolímero, es un subproducto de la fabricación de papel y una materia prima prometedora para la fabricación de materiales plásticos sostenibles. Sin embargo, la calidad de este producto natural no es tan uniforme como la de los plásticos hechos a base de petróleo.
La lignina representa una clase de polímeros orgánicos complejos, que son responsables de la estabilidad de las plantas, endureciéndolas y haciéndolas “leñosas”. Durante la producción de papel, la lignina es separada de la celulosa. La lignina forma los llamados compuestos aromáticos, que también ejercen un papel clave en la fabricación de polímeros sintéticos o plásticos. La lignina es la mayor fuente de compuestos aromáticos naturales, pero hasta ahora había sido vista por la industria del papel como poco más que un subproducto o un combustible.
Ya existen algunas primeras aplicaciones de plásticos duros a base de lignina. Sin embargo, sus propiedades a menudo varían, ya que como producto natural, la lignina aparece en numerosas configuraciones bastante diferentes, y hasta ahora ha sido difícil controlar lo bastante bien dichas propiedades.
Ahora, el equipo integrado, entre otros, por Mats Johansson y Marcus Jawerth, del Real Instituto Sueco de Tecnología en Estocolmo, y Stephan Roth, del Sincrotrón Alemán de Electrones (DESY, por sus iniciales en alemán), ha averiguado cómo la estructura molecular interna de diferentes productos de lignina está relacionada con las propiedades macroscópicas de los respectivos materiales.
El estudio proporciona un nuevo enfoque para conocer lo bastante detalladamente las propiedades clave de la lignina como materia prima a partir de la cual elaborar bioplásticos a base de lignina con diferentes propiedades, dependiendo de la aplicación específica.
Según Jawerth, hasta dos tercios de la lignina producida durante el proceso de elaboración de papel podrían convertirse en poliésteres y servir como material de partida para la fabricación de plásticos. “Junto con la celulosa y la quitina, la lignina es uno de los compuestos orgánicos más abundantes en la Tierra y ofrece un enorme potencial para reemplazar a los plásticos derivados del petróleo”, argumenta. “Es demasiado valiosa para quemarla”.
Fuente: NCYT Amazings