El oxígeno, el etileno, los hongos y las plagas de insectos son solo algunos de los agentes que pueden deteriorar los alimentos, y para evitarlo el centro tecnológico Itene ha desarrollado nuevos envases para frutos secos, arroz, pastas, cereales, frutos rojos y hortalizas que absorben o liberan determinadas sustancias con la finalidad de mantener los alimentos aptos para su consumo durante mucho más tiempo.
Estos avances en el desarrollo de envases denominados “activos” han sido posibles gracias al proyecto Food-Reduwaste, respaldado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) a través de los fondos Feder. Como resultado, se han obtenido bandejas compartimentadas y bandejas hechas con materiales celulósicos, así como film flexible ya sea para la confección de bolsas, film tapa para envase rígido o envases tipo flowpack (bolsa sellada por triple costura en forma de almohada).
Estos envases permiten alargar la vida útil de los alimentos, que se deterioran con el tiempo fundamentalmente por la acción de organismos vivos (bacterias, hongos, insectos, etc.), la acción fisicoquímica del entorno (temperatura, humedad relativa, oxígeno, etc.) y la actividad biológica del propio alimento (enzimas, respiración, estrés, etc.). Este deterioro implica la merma de su valor nutritivo y de sus características organolépticas y compromete su seguridad microbiológica, llevando finalmente a su retirada y desecho.
En el caso de la infestación por insectos, se ha desarrollado un film extruido multicapa con un repelente de plagas de origen químico para aplicaciones de envase tipo flowpack, bolsas o film tapa destinados a contener productos como cereales, pastas, arroz o frutos secos, y que incluso se podría extender al envasado de alimentos para animales.
Para aquellos alimentos susceptibles de oxidación, como los frutos secos, se ha desarrollado una bandeja compartimentada para contener sustancias activas capaces de absorber el oxígeno presente en el espacio de cabeza del envase (volumen interno de un envase que no está ocupado por el producto), de manera que éste no afecte a los niveles de oxidación del producto.
La sustancia activa en cuestión se incorpora en el compartimento inferior de la bandeja, mientras que el alimento se encuentra en la parte superior. En los ensayos se comprobó que dos de las sustancias analizadas son capaces de absorber el oxígeno, exhibiendo un comportamiento y capacidad de eliminación de oxígeno comparables a algunos absorbedores comerciales.
Por último, para alargar la vida útil de frutas y verduras envasadas, se han desarrollado tres tipos de envases distintos capaces de absorber etileno o de inhibir o retrasar el crecimiento de hongos, ya que algunos productos hortofrutícolas, como fresas, frutos rojos y tomates, entre otros, son especialmente sensibles a este tipos de alteraciones.
Así, uno de los prototipos desarrollados consiste en una bandeja compartimentada capaz de absorber el etileno presente en el espacio de cabeza del envase. El segundo prototipo consiste en una bandeja compartimentada liberadora de una sustancia activa antifúngica. En tercer lugar, se trabajó en un envase de cartón con recubrimientos activos biobasados en el que, con una de las formulaciones, se observó una ligera mejora en la apariencia de la fruta estudiada debido a un menor crecimiento de hongos en la superficie del producto.
Las soluciones de envase desarrolladas en Food-Reduwaste, no alteran las propiedades mecánicas de los materiales de envase respecto a los materiales convencionales, mantienen una transparencia apropiada de cara a la aceptación por parte del consumidor, no alteran la sellabilidad y son competitivas en términos de costes, además de mantener la calidad y alargar la vida útil de los productos envasados, disminuyendo así el desperdicio alimentario.
Fuente: Interempresas