La preocupación por un packaging sostenible vuelve, pero también aparecen tendencias marcadas por el mundo post-coronavirus
Como tantas otras cosas, el packaging está vinculado al estado de los tiempos. No es ajeno a las modas y las tendencias y se deja cambiar por aquellas cosas que en cada momento gustan más o menos a los consumidores. Por ello, casi se podría decir que se puede determinar en qué época se vendía un producto por cómo estaba empaquetado. Su packaging responderá a la moda de su momento.
Además, también se modifica por culpa de los cambios sociales y culturales que atraviesa la sociedad en el momento en el que se crea. Todas esas tendencias impactan sobre cómo se diseñan las cosas.
Mayor apuesta por el Packaging sostenible
Es, en cierto modo, la tendencia que estamos viendo una y otra vez en los análisis de hacia dónde van las cosas de los últimos años. Si se cogen las previsiones de packaging para los últimos años, el packaging sostenible seguramente también estaba presente. 2020 ha sido una especie de parón en la sostenibilidad porque se ha vuelto a recuperar el plástico para garantizar la higiene y la seguridad.
Sin embargo, las cosas están volviendo a su cauce. Se vuelven a recuperar materiales sostenibles y a posicionarse con propuestas que se preocupan por la huella en el medio ambiente. El plástico volverá a eclipsarse y volverán los materiales fácilmente reciclables o compostables
Packaging reutilizable
La industria de la restauración y la hostelería – a la que se vincula el análisis original del que salen estas tendencias – ha sido una de las grandes pioneras en el uso de packaging reutilizable. Las cadenas de cafeterías, como Starbucks, han potenciado que los consumidores lleven sus propias tazas. Otros han probado (lo están haciendo las cadenas de comida rápida) a crear un packaging que pueda volver a ser empleado con un nuevo cliente tras su uso.
Es la idea de base de la llamada economía circular, la de permitir crear ciclos de reutilización de productos y de envases. Las proyecciones apuntan que en 2021 los envases reutilizables serán más habituales. Los restaurantes empezarán a posicionarlos más y de forma más visible (varias universidades de EEUU, por ejemplo, ya los han incorporado a los servicios de sus cafeterías). Y no hay que olvidar que antes de la crisis de 2020 varias compañías de bienes de consumo estaban trabajando ya en esa idea, por ejemplo con botellas de detergente recargables.
Las nuevas tendencias del mundo post-covid
Grab-and-go packaging
O un packaging para llegar, coger y salir. Los consumidores han cambiado por culpa de la crisis del coronavirus y ya no quieren pasarse más tiempo del necesario en las tiendas, restaurantes y otros puntos de consumo. Quieren llegar y hacerse con lo que necesitan, sin muchas más vueltas. Por ello, las marcas deben hacer que todo sea más sencillo y facilitar las decisiones de consumo. Ahí entra también el packaging.
La tendencia emergente será un packaging que ayude a tomar decisiones de compra rápidas. Gracias al uso de tipografías de fácil lectura, códigos de fácil descifrado, etiquetado claro y potenciar el uso de colores que captan rápidamente la atención, el packaging ayudará a que los consumidores no tengan que pensar mucho y puedan entrar y salir de los establecimientos de forma rápida.
El packaging como elemento protector
No es el único punto clave que el mundo del coronavirus ha generado. Los consumidores siguen obsesionados con la limpieza, la higiene y la protección de la salud y eso también cambia cómo ven el packaging y qué esperan de las marcas. Quieren que el packaging sea una protección y que ofrezca las máximas garantías anticontagio.
Nuevos Materiales ya están revolucionando el Packaging
Para hacer cara al imperativo global de reducir/eliminar el uso y descarte de plásticos, se ha vuelto una urgencia ambiental diseñar, producir y llevar hasta el mercado, alternativas de envases y embalajes, fabricados con nuevos materiales sostenibles. Durante la próxima década, Estos materiales sustituirán por completo los plásticos tradicionales.
Dentro de los objetivos de sostenibilidad de la Unión Europea de cara a 2030, la reducción considerable del plástico y hacer de los envases piezas reutilizables son dos líneas claves para el logro del reto. “El envase de plástico en alimentación representa una amplia mayoría del mercado y sus funcionalidades a día de hoy son difícilmente equiparables por otros materiales, por lo que tenemos un amplio camino de I+D+i para avanzar”, reconoce Carlos Enguix, jefe del departamento de tecnologías del envase de AINIA, desde cuyo centro, han creado una bandeja para alimentos frescos con un 90% menos de plástico. Entre sus beneficios, está recubierta con una fina capa de film y puede utilizarse para el envasado y conservación de carnes frescas, pescados, frutas y hortalizas, pizzas, yogures o embutidos.
Fuente: Puro Marketing