Se trata de un nuevo producto derivado del cochayuyo, un alga parda abundante en la costa de Chile y con propiedades mecánicas similares al plumavit
La mayor preocupación por la contaminación marina y los efectos nocivos del poliestireno expandido o plumavit utilizado en la mitilicultura chilena sobre el medio ambiente ha llevado a un grupo de estudiantes de la Universidad Católica de Chile a diseñar un sustituto natural basado en láminas de cochayuyo termoprensado, un alga parda comestible muy abundante en el sur del país sudamericano.
El proyecto del que ha surgido esta idea es Ecoyoi y ha resultado finalista del curso de Investigación, Innovación y Emprendimiento de Ingeniería de la Universidad que promueve el programa Ingeniería 2030 de Corfo.
La idea es sustituir el plumavit sintético por un recurso natural disponible y cultivable a lo largo de la costa. De esta forma, señalan los estudiantes, se reduce la huella ambiental, con una fibra biodegradable y con unas características mecánicas similares.
Además, el proceso de fabricación del que parte es sencillo, señala el estudiante Nicolás Solís que junto a sus compañeros Daniela Bernal, Nicole Caballero, Fernando Mayta y Natalia Lagos trabajan en el proyecto. En primer lugar, el cochayuyo se pica en trozos de aproximadamente medio centímetro, para extraer químicamente el alginato, un biopolímero que combinado con la celulosa se comporta de forma similar al plástico. Posteriormente, se vierte la mezcla en un molde donde debe ser termoprensado hasta conseguir una plancha de 50×100 centímetros y un espesor de 50 milímetros y un kilo de peso.
El bloque resultante es de alta resistencia y bajo peso gracias a las celdas que hay en el interior del tallo, similar al de un panal de abejas. Al sellarse con un alto contenido de aire en su interior, el producto adquiere cualidades de aislamiento termoacústico que podrían tener múltiples usos industriales adicionales.
Fuente: Mis Pees