El Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, está desarrollando dos proyectos de investigación que utilizan los desperdicios alimentarios de la agricultura, la industria y los hogares para producir envases biodegradables y bioplásticos como PLA, un demandado biopolímero que todavía no se produce en España
Las nuevas soluciones de envases barrera biodegradables que está desarrollando el Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, responden al objetivo de reutilizar los desechos alimentarios, que suponen hasta un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo, según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas.
Estos nuevos materiales biodegradables para envases, además, protegen y alargan la vida útil de los alimentos envasados, indican en Aimplas. Para desarrollarlos se han utilizado tanto alimentos comestibles que se desaprovechan por parte de la cadena de suministro durante las etapas de producción, postcosecha, procesamiento, etc., como los desperdicios que se producen al final de la cadena alimentaria, en la venta al minorista, así como los alimentos que se desperdician en los hogares.
“Los envases biodegradables ofrecen ventajas competitivas para productos como las cápsulas de café o monodosis de otros alimentos como pueden ser las salsas, ya que son productos con un alto contenido orgánico en los residuos que generan y su envase debería ser diseñado para que pueda degradarse con ellos. Este tipo de envases presenta una vida útil larga, hasta de un año, y las soluciones de envase biodegradable que existen en la actualidad presentan limitaciones”, señala Sofía Collazo, la responsable de las investigaciones de Biodegradación y Compostabilidad en Aimplas.
Paralelo al desarrollo de los nuevos envases, el instituto tecnológico está trabajando en un novedoso método acelerado para el análisis del proceso de biodegradación. “Permita reducir a la mitad el tiempo de estudio de este proceso en las nuevas estructuras”, explican. “Es relevante no solo para el desarrollo del proyecto, sino para facilitar a las empresas que realicen un cribado de muestras eficaz y así poder elegir el producto más adecuado para poner en el mercado”.
Los biorresiduos originados por la industria alimentaria se transforman así en nuevos recursos, favoreciendo un modelo de la economía circular que es uno de los principales elementos del Pacto Verde Europeo por un crecimiento sostenible, señalan en el instituto tecnológico. Este proyecto de investigación denominado Fastbiopack, está financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y los fondos Feder. Con Aimplas colaboran en la investigación las empresas Ducplast, Vallesplastic, ITC Packaging, Papel Plast Pack y Gaviplas.
PLA a partir de residuos sólidos urbanos
Un segundo proyecto de investigación de Aimplas, el Valpla, busca cómo obtener bioplásticos como el ácido poliláctico (PLA) a partir de residuos sólidos urbanos, los residuos lácteos y cítricos, entre otros subproductos de la industria agroalimentaria, así como la biomasa lignocelulósica. El PLA es el biopolímero con mayor demanda en la actualidad y todavía no se produce en España. De hecho, hay muy pocas empresas en el mundo con capacidad de fabricarlo, informan en el instituto tecnológico.
“Los residuos producidos por los hogares y los generados por el sector agroalimentario pero que carecen de valor nutricional presentan un alto potencial como alternativa a los recursos fósiles para elaborar bioproductos de alto valor añadido que pueden emplearse para fabricar envases alimentarios y cosméticos, implantes médicos o filamentos 3D, entre muchos otros productos”, explica Belén Monje, líder de las investigaciones en Tecnología Química de Aimplas.
Las empresas Polypeptide Therapeutic Solutions, Biopolis, Laurentia technologies, Vallés Plastic Films, Gaviplas, Plastire, Ducplast o Agua Mineral San Benedetto están participando en esta investigación, que conecta la biotecnología, la industria plástica y la agroalimentaria con la gestión de residuos.
Estos proyectos cuentan con la financiación de la Conselleria d’Economia Sostenible, Sectors Productius, Comerç i Treball de la Generalitat Valenciana a través de ayudas del Ivace con la cofinanciación de los fondos Feder de la UE, dentro del Programa Operativo Feder de la Comunitat Valenciana 2021-2027.
Aimplas desarrolla proyectos que propician un modelo de la economía circular, como uno de los principales elementos del Pacto Verde Europeo por un crecimiento sostenible. El instituto tecnológico apoya a las empresas para “convertir los cambios legislativos que afectan a la industria del plástico en oportunidades para mejorar su eficiencia, reducir su impacto ambiental y aumentar su rentabilidad económica”, indican.
Fuente: Techpress