Un aliado de tus músculos
Uno de los aliados para tu rutina del gimnasio es sin duda un lácteo. Está comprobado que su consumo tras la actividad física ayuda a promover la reparación y recuperación del tejido muscular. Frente a ejercicios de resistencia regulares, sin duda un buen vaso de leche, un pedazo de queso o
un yogurt, alentará el desarrollo de masa muscular.
El origen lo es todo
En la actualidad, hay muchos lácteos modificados desde su base, que los transforma en un derivado sin propiedades reales. Sin embargo, hay lácteos (cómo los provenientes de California, certificados bajo el sello de Real California Milk) que garantizan la calidad de los productos que consumes, para
que sean 100% naturales y sin un alto proceso de tratamiento que reduzca sus propiedades benéficas.
Cuidan de tu corazón y tus dientes
Los lácteos son una fuente increíble para obtener calcio. Y además, un consumo equilibrado dentro de una alimentación, de acuerdo a los elementos del plato del buen comer, ayudan a que sus propiedades (cómo los péptidos y aminoácidos), actúen como barreras frente a moléculas vinculadas a enfermedades coronarias y que regulan la glucosa de la sangre.
Enriquecen tu comida
sin duda, incluir lácteos en tus recetas no sólo impulsará una experiencia de sabor única, sino que además, provee de un incremento nutricional importante a tus alimentos. Aderezos con base en yogurt, sopas y platillos con queso, así como productos elaborados con leche, conservan cadenas de proteína lácteas llenas de Vitamina D y Potasio.
Así que la próxima vez que hagas el súper, no dudes de buscar el sello de calidad en tus lácteos favoritos y disfrutar con medida y sin miedo, sabiendo que, volviendo a lo natural, la salud está de tu lado.