Originaria de una raíz, la cúrcuma es frecuentemente utilizada como especia en la preparación de diferentes platos, otorgándoles un distintivo sabor picante, pero, más allá de su contribución culinaria, esta raíz es altamente valorada por sus extensas propiedades nutricionales, al punto de ser catalogada como un superalimento.
Y es que el valor nutricional de la cúrcuma se debe, en parte significativa, a la presencia de curcumina, un compuesto al que se le reconocen la mayoría de sus ventajas para la salud. Además, la cúrcuma aporta una variedad de otros nutrientes esenciales, incluyendo fibra, proteínas, niacina, vitaminas C, E y K, así como minerales como sodio, potasio, calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc.
Es gracias a todos estos nutrientes que especialistas de la Universidad de Tarapacá, tales COMO Gloria Calaf, especialista con amplia trayectoria en investigación sobre el cáncer, ha realizado investigaciones sobre los beneficios preventivos de la cúrcuma encontrando resultados favorables, entre los cuales destaca su efecto anticancerígeno.
De acuerdo con sus estudios, los cuales se enfocaron en el cáncer colorrectal, el consumo habitual de cúrcuma en su forma en polvo podría detener el desarrollo de pólipos, que son lesiones benignas con el riesgo de evolucionar hacia tumores malignos.
Estos descubrimientos indican que la cúrcuma podría desempeñar un rol importante en la prevención del avance del cáncer colorrectal y, potencialmente, en otros tipos de cáncer.
La eficacia de la cúrcuma en la prevención del cáncer parece ser más notable en áreas con un alto consumo de esta especia, como en la India, donde se registra una reducida prevalencia de ciertos cánceres, incluido el cáncer de mama.
Gloria Calaf destaca que los beneficios anticancerígenos de la cúrcuma han sido confirmados mediante investigaciones de laboratorio, demostrando su capacidad para eliminar de manera selectiva células cancerígenas sin afectar a las células sanas.
No obstante, recalca que, para obtener estos efectos preventivos, es crucial consumirla en su estado natural, ya sea en polvo o rayada, advirtiendo que las cápsulas podrían no ofrecer los mismos resultados.
Por si esto fuera poco, además de este potencial beneficio, existen muchas otras propiedades reconocidas del consumo de cúrcuma, entre las que destacan su capacidad antiinflamatoria, su riqueza en antioxidantes y sus cualidades beneficiosas para la digestión.
Estas características hacen que su ingesta habitual sea eficaz en el alivio de síntomas vinculados a condiciones inflamatorias como la artritis, la psoriasis o el síndrome de intestino irritable.
Además, conocida por sus efectos protectores del corazón, la inclusión regular de cúrcuma en la dieta puede disminuir el riesgo de enfrentar eventos cardíacos, niveles elevados de colesterol y otras afecciones cardíacas.
Incorporar cúrcuma a la alimentación también contribuye a la prevención de diversas enfermedades. Gracias a sus propiedades antibacterianas y su capacidad para reforzar el sistema inmunológico, su consumo es una estrategia efectiva para proteger la salud de manera integral.
Fuente: Infobae
