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Alga invasora, base para bandejas de alimentos, fertilizantes y filtrantes para aguas contaminadas

Científicos andaluces y alicantinos investigan cómo dar uso, especialmente en el campo agroalimentario, al alga invasora asiática Rugulopteryx okamurae– que lleva años asentándose en las costas andaluzas y amenaza todo el litoral mediterráneo al expandirse a gran velocidad mientras arrasa el fondo marino y causa un gran impacto medioambiental y económico.

El profesor de la Universidad de Málaga (UMA) Francisco Cano, director de la cátedra Ciencias del Litoral de la Costa del Sol, recuerda que el alga asiática llegó desde Asia al Estrecho de Gibraltar entre finales de 2015 y principios de 2016, probablemente como polizón en las aguas de lastre de algún carguero.

“Encontraron un ecosistema bastante debilitado y han aprovechado para arrasar. Están haciendo una invasión extremadamente intensa”, asegura. Desde entonces se ha expandido desde Cádiz hacia la provincia de Málaga, causando un impacto ambiental, económico e incluso pesquero “bastante importante” en municipios como Estepona, Benalmádena o Mijas. También por la retirada de los arribazones en la costa al que se enfrentan los ayuntamientos con recursos limitados.

En busca de posibles utilidades

Conscientes del impacto medioambiental y económico de esta alga, un grupo de científicos de las universidades de Málaga, Alicante y Granada ha comenzado a investigar posibles usos para la Rugulopteryx okamurae.

María del Carmen Garrigós, doctora en Química y directora del área de Análisis Químico de Materiales en el Grupo de Investigación Nanobiopol de la Universidad de Alicante (UA), explica que ya han encontrado varias utilidades que podrían aplicar las administraciones públicas, ya que la legislación nacional no permite que las empresas privadas puedan lucrarse con esta especie exótica.

“Tras analizar su composición, hemos visto que tiene compuestos que pueden ser antioxidantes y antimicrobianos. También tiene unos ácidos grasos, que cuentan con una composición muy característica que se pueden utilizar para fabricar materiales de cambio de fase, es decir, que captan el calor del ambiente”, detalla la investigadora.

De esta manera están fabricando unos envases para alimentos que se puedan utilizar para la comida refrigerada y que, si se rompiera la cadena de frío, el envase pueda conservar la temperatura del interior y que el alimento se mantenga en buen estado un mayor tiempo.

Filtrante de agua o fertilizante

Otro de los usos que han descubierto los investigadores reside en la capacidad de esta alga para retener metales pesados que se encuentran en el mar, como el cadmio, el cromo, el arsénico o el mercurio. El proyecto, financiado por el Ministerio Ciencia e Innovación, también desarrolla a partir del alga asiática unas membranas para filtrar el agua contaminada con esos metales.

“Lo estamos haciendo como un proceso que nosotros llamamos en cascada. Tomamos el alga, le extraemos primero esos ácidos grasos y esos antioxidantes, y la sustancia que nos queda directamente la transformamos en un material para absorber metales pesados. O sea, que utilizamos íntegramente toda el alga”, cuenta Garrigós.

Según precisa, el objetivo de su iniciativa es analizar cómo se puede paliar el impacto de este tipo de alga, puesto que, por su alta agresividad y capacidad de expansión, prevén que se va a quedar en nuestras costas y ya “no hay vuelta atrás“.

La doctora en Química concluye que será en noviembre cuando presentarán los resultados finales de la investigación y que será a partir de entonces cuando las administraciones públicas decidirán si quieren hacer uso de estas nuevas posibilidades que ofrece esta especie invasora.

El Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) está trabajando en otro proyecto para aprovechar el alga asiática como fertilizante y bioestimulante en los viñedos.

El objetivo final de estos estudios es lograr que el alga asiática deje de ser una amenaza para convertirse en una oportunidad para sectores de gran peso en la economía, como el agroalimentario. 

Fuente: EuropaSur

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