Después de diez años de investigación, científicas del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la UdeG consolidaron un método único en su tipo para poder convertir la leche humana en leche en polvo, que se puede conservar hasta por dos años.
Se trata de un método de aspersión con la capacidad de transformar un litro de leche humana en 80 g de polvo, conservando más de 80 % de los nutrientes, explicó Blanca Rosa Aguilar Uscanga, encargada del Laboratorio de Investigación de Leche Humana, del CUCEI.
“La finalidad es encontrar un método de conservación adecuado en el cual va a retener las propiedades nutrimentales y las propiedades biológicas; y, sobre todo, la calidad sanitaria que requiere un alimento que va a ser destinado para un infante”, aseveró.
La leche humana contiene proteínas como inmunoglobulina o lactoferrina, carbohidratos, enzimas, células vivas y otros componentes que se mantienen cuando la leche atraviesa este procedimiento y se convierte en polvo, añadió.
En contraste, la leche de vaca puede contener una mayor cantidad de proteínas como la beta-lactoglobulina, que sólo se encuentra en la leche de animales rumiantes y a la que se le ha relacionado con la aparición de alergias en infantes, declaró.
Para convertir la leche en polvo, también se han empleado procedimientos como la liofilización o la pasteurización. Sin embargo, estos métodos comprometen la calidad de los nutrientes que se encuentran de forma natural en la leche humana.
“En nuestro proceso de secado por aspersión no adicionamos ningún conservador, aditivo o compuesto externo a la leche, solamente eliminamos agua”, informó.
La leche humana que se transforma en polvo es almacenada en pequeños sobres herméticos o frascos, y sólo es necesario agregar agua para preparar la porción deseada.
Una vez que la leche es almacenada puede conservarse a temperatura ambiente y fuera de refrigeración por hasta dos años sin perder sus nutrientes.
“Podemos darle esto, por ejemplo, a madres desnutridas; a quienes están en pobreza y no tienen refrigerador; y con este sobrecito ellas pueden darle una alimentación mucho más adecuada y pueden llegar hasta a salvar la vida de sus bebés”, precisó.
Un procedimiento único
Para poder convertir la leche humana en polvo se requiere un dispositivo que utiliza gases para transformar el líquido en una especie de spray que posteriormente se convierte en polvo. Pero para poder obtener la leche humana, el Laboratorio de Investigación de Leche Humana del CUCEI cuenta con donaciones de instancias como el Hospital Civil de Guadalajara.
Pero también se ayudan de las madres que acuden al lactario de sus instalaciones dispuestas a ser voluntarias con la donación de su leche.
“Brindamos el servicio de lactario para todas aquellas mamás que desean un espacio para lactar o para extracción, o también recibimos donaciones de leche de las mamás que tienen una sobreproducción en la misma”, dijo Ariana Rodríguez Arreola, Jefa de este laboratorio.
El lactario se encuentra ubicado en la planta baja del Módulo H del CUCEI y puede ser utilizado hasta por tres madres simultáneamente; cuenta con las características para que extraigan su producto en condiciones higiénicas y cómodas.
Este servicio no se encuentra limitado a madres de la comunidad universitaria, sino que cualquier persona lactante puede acudir y solicitar el servicio de extracción y secado pagando con una cuota de recuperación.
“Somos los únicos que secan la leche humana para distintos fines; el principal es el servicio externo, donde las mamás vienen, extraen su leche y la van acumulando para que posteriormente se realice el secado”, dijo.
Fuente: Gaceta UDG