Ainia, en colaboración con varias empresas, ha desarrollado el proyecto PrevencPack, que contempla tres soluciones innovadoras: recubrimientos comestibles para alimentos, envases comestibles y recubrimientos para envases de cartón.
En primer lugar, los recubrimientos comestibles son capas finas de materiales naturales que, aplicadas sobre alimentos, pueden prolongar la vida útil de las frutas y hortalizas para mantener su calidad durante más tiempo, ha explicado Ainia en un comunicado.
En este proyecto se ha trabajado aplicando biopolímeros naturales en fresas “porque presentan mayor sensibilidad a ataques fúngicos y, en champiñones, por sus problemas de oxidaciones o pérdidas de humedad”, han indicado las mismas fuentes. La aplicación de biopolímeros naturales ha conseguido retrasar la maduración, reducir la tasa de respiración y minimizar la pérdida de peso en estas frutas y hortalizas.
Por su parte, los envases comestibles, desarrollados a partir de residuos agroalimentarios, ofrecen una solución innovadora para la sostenibilidad. Estos envases, además de ser biodegradables, pueden consumirse junto con el alimento, eliminando completamente los residuos.
PrevencPack ha desarrollado envases comestibles termosellables que son aplicables en el envasado de alimentos de baja humedad. Su producción a partir de subproductos agroindustriales supone una utilización “eficiente” de recursos renovables, “contribuyendo a la economía circular y a la reducción de residuos plásticos”, han apuntado las mismas fuentes.
Por otro lado, los envases de cartón, especialmente aquellos utilizados para frutas y hortalizas, requieren protección adicional contra la humedad. En el marco del proyecto PrevencPack se han desarrollado recubrimientos para envases de cartón basados en alginatos aplicados sobre sustratos celulósicos que mejoran la barrera contra el vapor de agua hasta en un 35%, lo que preserva la integridad del envase y la frescura del contenido.
Fuente: Europa Press