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Descubierta una hormona capaz de fortalecer los huesos

La ciencia ha empezado a desentrañar un viejo misterio que guarda el cuerpo humano durante la lactancia materna. Hasta ahora, no se había podido explicar con exactitud cómo era posible que la mayoría de mujeres lactantes mantuviesen relativamente robusta su salud ósea a pesar de destinar las reservas de calcio de su organismo a producir leche para amamantar a sus bebés. Un grupo de investigadores de la Universidad de California ha arrojado luz sobre este enigma y, en un estudio en ratones y células humanas publicado en la revista Nature, los autores describen por primera vez una hormona, denominada CCN3, capaz de fortalecer los huesos. El hallazgo, que tendrá que ser confirmado en humanos, abre la puerta a estudiar una nueva diana terapéutica contra la osteoporosis, una enfermedad caracterizada por la disminución de la densidad ósea y que puede provocar fracturas.

Cualquier persona puede sufrir osteoporosis, aunque ser mujer y mayor de 50 años eleva el riesgo. El cuerpo femenino utiliza los estrógenos (las hormonas sexuales) para preservar la masa ósea, pero cuando se produce un agotamiento de estas sustancias debido a la menopausia o a terapias antihormonales, el tejido óseo se degrada: los huesos se vuelven más porosos y frágiles, resisten peor a los traumatismos y se rompen con más facilidad. Ese fenómeno sucede siempre que hay un descenso de los estrógenos, excepto en un contexto: la lactancia materna. Ahí también hay una caída de las hormonas sexuales femeninas, pero, sorprendentemente, en esa situación, el vínculo entre el estrógeno y el hueso parece que se separa, explican los autores: a pesar de caer los niveles de estradiol (un tipo de estrógeno) y de aumentar la remodelación ósea —el proceso de reestructuración del hueso, que está constantemente eliminando el tejido viejo y formando nuevo— para satisfacer la demanda de calcio de los bebés durante la lactancia, la masa ósea de la madre se mantiene bastante y, aunque puede ocurrir, es poco frecuente que se produzca osteoporosis o fracturas. Pero no se sabía por qué.

Fuente: El País

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