Durante este mes, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) presentó un borrador actualizado de la iniciativa quebusca reducir el contenido de sodioen los productos alimenticiosde EE.UU. durante los próximos tres años. Esta medida tiene como objetivo ayudar a los ciudadanos a reducir el consumo diario de sodio, que actualmente promedia los 3400 miligramos, lo que supera ampliamente el límite recomendado de 2300 miligramos.
La propuesta forma parte de un proyecto de la FDA que comenzó en 2018 y que ya tuvo una fase inicial en 2021. Esta iniciativa es voluntaria, pero establece metas específicas para los fabricantes de alimentos y los restaurantes, alentándolos a reformular sus productos con menos sodio.
Según EatingWell, el objetivo es una reducción aproximada del 20% en la ingesta de sodio de los estadounidenses. Para facilitar esta transición, la FDA sugiere hacer los descensos de sodio de manera gradual, para permitir que los consumidores se adapten a niveles más bajos sin notar grandes diferencias en el sabor.
El sodio, presente principalmente en la sal, es esencial para el equilibrio de fluidos en el cuerpo y el funcionamiento de los nervios y músculos. Sin embargo, el consumo en exceso puede llevar a problemas de salud graves, como hipertensión arterial, que es un factor de riesgo significativo para enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Estas condiciones son las principales causas de muerte en Estados Unidos y reducir el consumo de sodio podría tener un impacto positivo en la salud pública.
La fase II de la iniciativa de la FDA
Este periodo se centra en 163 categorías de alimentos que incluyen productos envasados y preparados. Si se cumplen las metas de esta fase, junto con los de la etapa anterior, se estima que se podrían reducir aproximadamente el 20% en la ingesta de sodio en el suministro de alimentos de EE. UU.
La propuesta de la FDA para limitar el sodio en los alimentos procesados busca reducir el riesgo de enfermedades y mejorar la salud pública en Estados Unidos. Con la implementación gradual de estas medidas, y cambios individuales en los hábitos alimenticios, se espera lograr un impacto positivo en la salud de la población.
Fuente: La Nación