El negocio de la venta de snacks y frutos secos creció un 11.5% el año pasado, en un contexto aún marcado por la presión inflacionista, y superó los 3,000 millones de euros mientras que se vendió un 5.9% más en volumen, con 381,942 toneladas.
Estos datos se han dado en el congreso anual de la Asociación de Snacks, que ha aprovechado el encuentro para asegurar que el sector “prevé seguir consolidando su dinamismo dentro de la industria alimentaria durante los próximos años”.
Respecto a 2023, la asociación ha profundizado en que el 43.4% de las ventas en volumen es de frutos secos; 32.1%, papas fritas; y el 24.5% pertenece a la categoría de ‘otros snacks’.
En comparación con el año anterior, la evolución de la demanda en valor es equilibrada entre las tres categorías, con un crecimiento del 14.2% en frutos secos, 11.1% en otros snacks y 10.8% en papas fritas.
También se ha presentado el informe ‘El Consumo de Snacks entre las distintas generaciones’, elaborado por Kantar, que proporciona una visión clara sobre cómo las preferencias de los consumidores están evolucionando y cómo la industria puede adaptarse para satisfacer estas demandas.
Así, la generación Z (15-29 años) prioriza la salud y el bienestar en sus elecciones; los millennials (30-44 años) buscan un equilibrio entre sabor y salud; y los boomers y ‘silent generation’ (60-75 y 75+ años) valoran la familiaridad y la nostalgia en sus elecciones de snacks.
El informe subraya la importancia de entender las motivaciones y preferencias de cada grupo de edad, lo que permitirá a los fabricantes y distribuidores personalizar sus ofertas “y maximizar su potencial en un mercado en constante evolución”.
Fuente: Interempresas
