Científicos del Cinvestav Unidad Irapuato utilizan la luz ultravioleta para potenciar el valor nutraceútico del fruto y ayudar a retardar la oxidación celular.
Una dieta rica en grasa y azúcares no sólo provoca obesidad, sino también daños por oxidación en el organismo de las personas en general, afectando órganos como el páncreas, el hígado y principalmente el cerebro. Por ello, investigadores del Cinvestav trabajan en el desarrollo de un proceso por el cual la fresa promete ayudar a combatir la oxidación cerebral.
Aplicando los conocimientos en biotecnología y fisiología de plantas, los investigadores del Cinvestav Unidad Irapuato, encabezados por Edmundo Lozoya Gloria, desarrollaron un método que incrementa hasta en 50 por ciento el valor antioxidante de la fresa, y puede aplicarse también en el arándano y la zarzamora.
Lozoya Gloria explica que los frutos responden ante el estrés, ya sea físico o biológico, defendiéndose del medio ambiente o de los organismos que los atacan. Ya que las plantas no se pueden mover, utilizan sus productos naturales para ejercer defensas. En el caso de las fresas, cuando son expuestas a luz ultravioleta sus tejidos vegetales responden produciendo flavonoides, es decir, antioxidantes naturales que actúan como filtros contra los rayos UV para evitar que estos las quemen.
“Nuestro trabajo consistió en aplicar directamente a las fresas enteras, en rebanadas o puré, luz ultravioleta con una lámpara, con cierta longitud de onda, a diferentes distancias, tiempo de iluminación y potencia controlada; hasta encontrar los parámetros adecuados en los cuales elevábamos la concentración de los flavonoides protectores de luz UV de la fresa, que son antioxidantes naturales, hasta el máximo de alcanzar 50 por ciento de la concentración inicial”. Destacó que durante el estudio también se probó este proceso con jitomate, en el que también lograron aumentar los carotenoides de la cáscara en alrededor de 70 por ciento.
Este método para incrementar y preservar el contenido nutracéutico de los alimentos, particularmente flavonoides, fenoles, antocianinas y capacidad antioxidante de frutos perecederos, como fresa por irradiación con luz ultravioleta y posterior almacenamiento a temperaturas de congelación, ya fue patentado por el Cinvestav.
Sin embargo, después de irradiar al fruto con rayos UV, los científicos del Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular de Productos Naturales de Plantas obtuvieron un concentrado obteniendo exclusivamente los flavonoides de interés. De acuerdo con Lozoya Gloria, uno de los que han logrado incrementar con el tratamiento de UV fue la fisetina, conocido desde hace por lo menos 15 años por su efecto potenciador en la memoria de largo plazo.
Este resultado fue publicado en la revista ‘Food Science and Nutrition’ bajo el título “La luz ultravioleta C aumenta la capacidad antioxidante de la fresa (Fragaria x ananassa) in vitro en ratas obesas con una dieta con alto contenido de grasa”, el cual publicó junto a sus colegas de la Universidad de Guanajuato.
Luego de obtener el extracto antioxidante potenciado por la radiación de luz UV, éste se aplicó en animales de laboratorio a los cuales se les administró previamente una dieta rica en grasa y azúcares, lo que les generó oxidación tanto de lípidos como de proteínas, así como una serie de alteraciones en su biología, similar a lo que ocurre en el organismo de las personas.
El resultado: los efectos del extracto de fresa en las ratas fueron muy marcados, básicamente protegieron la oxidación de lípidos en el cerebro, cerebelo e hipocampo, aunque también lo hicieron ligeramente en la oxidación de las proteínas, no así en otros órganos periféricos como el páncreas o el hígado, por lo que este artículo plantea que hay que revisar los efectos en cada órgano.
Hasta el momento han obtenido la patente por el proceso de iluminación con Cinvestav y la patente compartida con el Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas, por la construcción del equipo que procesa el método de irradiación en los frutos en una escala semi-industrial.
Fuente: Cinvestav