A nivel mundial existe una demanda creciente por alimentos que mejoren la salud o que puedan evitar la aparición de enfermedades. En ese contexto, Chile tiene un potencial aún no explorado para obtener ingredientes con actividad biológicas que puedan incorporase a alimentos que ayuden a lograr dicho objetivo, indicó el Dr. Javier Parada Silva, académico del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Icytal) de la Universidad Austral de Chile.
El profesor –director de la Escuela de Ingeniería en Alimentos de la UACh– desarrolla el proyecto Fondecyt Nº 1170594 “Capacidad de extractos de algas chilenas para la inhibición selectiva de enzimas relacionadas con la digestión del almidón y respuesta glicémica postprandial”, que estudia la capacidad de algunas algas chilenas para proveernos de ingredientes funcionales.
El docente –quien también es integrante del grupo CISVo– informó que la idea es abrir una línea de investigación en esta área “con un equipo que ya hemos constituido y que nos permita continuar estudiando el tema en proyectos futuros”.
Hace unos días (23-28 de agosto) visitó Valdivia la Dra. Jara Pérez Jiménez, científica titular del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición (ICTAN-CSIC) con sede en Madrid y que se ha especializado en la investigación de compuestos bioactivos de la dieta a través de una aproximación multidisciplinar.
La especialista se reunió con el grupo de trabajo del Dr. Parada, entre ellos el Dr. José Pérez Correa, co investigador del Fondecyt, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Asimismo, el viernes 24 de agosto, dictó una charla titulada “Polifenoles en algas: conocimientos actuales y perspectivas”.
En la ocasión explicó cuáles son las posibilidades de aplicación e investigación en el área de polifenoles en las algas, indicando que participó en un estudio efectuado en las costas de la isla de Chiloé, así como dando a conocer el resultado de algunas investigaciones en salud humana y sobre los procesos que se pueden aplicar a este alimento sin alterar sus aportes beneficiosos para la salud de las personas.
¿Qué son los polifenoles?
Los polifenoles son compuestos con actividad antioxidante, que se encuentran en abundancia en los alimentos como especies secas, frutas, vegetales, vino tinto y cocoa. También son abundantes en las algas, siendo éste el objeto de estudio del proyecto Fondecyt indicado.
La Dra. Jara Pérez al referirse a este tema señaló que existe evidencia científica del aporte de las algas para prevenir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, los que están basados en estudios clínicos y epidemiológicos.
“Los polifenoles –como los presentes en las algas– muestran efectos antioxidantes, especialmente relevantes en tracto gastrointestinal y colon. Igualmente, tienen efectos beneficiosos en la salud a través de otros mecanismos, que estimulan nuestros propios sistemas de defensa antioxidante. También favorecen el desarrollo de especies beneficiosas de la microbiota intestinal; inhiben la acción de ciertas enzimas, regulando la glucosa en sangre; regulan diferentes procesos celulares, reduciendo, por ejemplo, la inflamación”, explicó Jara.
La científica destacó que la población a nivel mundial consume cada vez más algas. De Ahí la importancia de profundizar en estudios sobre la obtención de compuestos bioactivos a partir de las algas, entre ellas las chilenas que tienen gran cantidad de estos componentes.
Por su parte, el Dr. Javier Parada, coincide en que “los ingredientes funcionales que se encuentran las algas, son de conocimiento aún limitado, lo que nos abre un mundo de posibilidades para efectuar estudios en esta materia”.
Por eso es necesario, según la Dra. Pérez avanzar en la identificación de los compuestos presentes en las algas comestibles con potenciales implicaciones en la salud.
Tipos de algas comestibles y su composición
Las algas son organismos eucariotas fotosintéticos que viven en medios húmedos y que pueden ser de color rojo, verde y pardo. Mientras que en las algas pardas se encuentran una clase de polifenoles llamada florotaninos, las rojas y verdes se caracterizan por la presencia de otra familia de estos compuestos, los llamados bromofenoles.
Por otro lado, a pesar de los múltiples compuestos beneficiosos presentes en algas, se debe tener en cuenta que el alto contenido de las mismas en yodo, sobre todo en ciertas especies y cuando se consumen crudas, puede favorecer el hipertiroidismo, indica Jara Pérez.
Agrega que existen algas con un contenido en yodo hasta 1.000 veces superior al del pescado (el alimento común más rico en este elemento), de manera que el consumo de tan sólo un gramo de alga seca, podría aportar más de 10 veces la cantidad diaria requerida de yodo.
Por eso para la investigadora “es muy necesario establecer categorías de alga comestible en función de su composición completa, evaluar los efectos de los procesos a los que son sometidas (secado o cocinado), así como también evaluar el potencial de extractos que contengan sólo aquellos compuestos con un potencial beneficio en salud”.
Desde el punto de vista de la salud –sostiene–, es relevante conocer la interacción de las algas con la microbiota, profundizando en su actividad sobre enzimas digestivas incluyendo estudios clínicos. De igual modo, para la experta, es necesario establecer las dosis de algas que debe recibir una persona según sus requerimientos, entre otros aspectos.
Fuente: Mundo Acuícola