Hace unos días el Consejo de Administración de la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (EFSA, por sus siglas en inglés) votó un conjunto de nuevas reglas de independencia para los expertos que trabajen en la agencia. Desde la EFSA comentan que las nuevas medidas aprobadas fortalecerán aún más la imparcialidad y su protección frente a influencias indebidas. Aseguran que el sistema ya era seguro y eficaz, pero lo que han hecho ha sido fortalecerlo aún más.
El tema guarda relación con la denuncia realizada recientemente por el Corporate Europe Observatory (CEO), en la que se aseguraba que la EFSA tiene muchos investigadores con conflictos de intereses económicos; según las pesquisas realizadas por CEO, uno de cada cuatro investigadores de la agencia se encontraba en esta situación.
En el documento redactado por CEO se apuntaba que año tras año la EFSA estaba afectada por los escándalos de conflictos de intereses en las investigaciones científicas, por lo que era imperioso que se independizara de la industria alimentaria a fin de poder ser más rigurosa en sus conclusiones y ofrecer la máxima transparencia y credibilidad.
Corporate Europe Observatory vaticinó que en la votación de las nuevas reglas de independencia de la EFSA se fallaría nuevamente y no se obtendría la independencia 100% de la industria alimentaria. El caso es que la votación se ha realizado y se han incluido nuevas reglas en la política de independencia; curiosamente se explica que el asunto no es de “blanco o negro”, sino que es necesario encontrar un equilibrio entre la participación de los expertos y la garantía de que no son influenciados de una forma indebida. Ahora, el siguiente desafío es poner en práctica las nuevas políticas a fin de poder convertir las palabras en hechos.
La EFSA anuncia que refuerza su política de independencia y que a finales del presente año se empezará a poner en práctica, utilizándola en el proceso de renovación de los expertos que participan en los paneles científicos y que empezarán a operar a partir del 2018. Algunas de las medidas que se han incluido para garantizar la independencia de la agencia son las siguientes:
Un sistema de escrutinio complejo con declaraciones anuales de intereses, declaraciones de interés específicos y declaraciones orales de interés. Las declaraciones anuales de intereses serán presentadas por todos los miembros del comité científico, técnicas científicas y grupos de trabajo de EFSA. Todas las declaraciones serán examinadas y evaluadas para intentar determinar posibles conflictos que puedan estar relacionados con las actividades profesionales de intereses económicos de los investigadores que trabajan en los paneles de la EFSA.
Se ha dispuesto una serie de opciones que tienen el cometido de resolver conflictos; la EFSA proporciona un ejemplo: un experto puede ser considerado para ser miembro o ser responsable de un panel, en este caso se le puede pedir que renuncie a una determinada posición o a las acciones que pueda tener en una empresa. En este caso no es una medida que convenza a los críticos, ya que los intereses podrían ser traspasados a cualquier miembro de su familia.
Los controles sobre los conflictos de intereses serán llevados a cabo dos veces al año por personal que no participará en el proceso de evaluación y validación de los investigadores para ser miembros de la EFSA o dirigir un panel.
Se llevarán a cabo auditorías externas periódicamente por parte del Tribunal de Cuentas Europeo, el Servicio de Auditoría Interna de la Comisión Europea y empresas externas.
La agencia explica que los expertos externos serán excluidos automáticamente de los paneles de trabajo si en los dos últimos años han ofrecido servicios de asesoramiento científico o consultoría para empresas que trabajan en alguna de las áreas que la EFSA cubre, estas reglas también se aplican a los investigadores que hayan recibido fondos para la investigación por parte de organizaciones o empresas durante los dos últimos años. Los investigadores tienen la obligación de declarar sus ingresos anuales recibidos a través de cualquier institución, organismo o empresa con actividades implicadas en las áreas de trabajo de la EFSA, esta información formará parte de las evaluaciones sobre los conflictos de intereses.
Cabe señalar que la misión de la EFSA es proporcionar asesoramiento científico independiente a las instituciones europeas en materia de seguridad alimentaria, se considera que con estas nuevas reglas se cumple el objetivo. Es fundamental que la independencia sea total y que no exista ningún tipo de conflicto de intereses que facilite que la industria alimentaria influya en las decisiones que se adopten; ahora esperaremos a conocer la opinión de CEO, porque seguramente no tardará en pronunciarse sobre las nuevas reglas adoptadas.
Fuente: Gastronomía y Cía.