Desde medios internacionales dieron a conocer esta nueva bebida elaborada por científicos de Singapur. Se trata de un proceso patentado de “cero desperdicio”, donde la bebida se puede almacenar a temperatura ambiente durante un máximo de seis semanas y aún mantener altos conteos de probióticos vivos para brindar mejores efectos sobre la salud.
Esto es diferente a las bebidas probióticas disponibles en el mercado que se basan principalmente en productos lácteos y requieren refrigeración para mantener sus niveles de probióticos vivos.
Aseguran a la vez que estas bebidas también tienen una vida útil promedio de cuatro semanas y no contienen isoflavonas libres, que tienen una gran cantidad de beneficios para la salud.
“Okara tiene un olor y un sabor desagradables: huele a pescado, tiene un sabor suave y tiene una sensación en la boca arenosa. Nuestro avance radica en nuestra combinación única de enzimas, probióticos y levadura que trabajan juntos para hacer que la okara sea menos arenosa y darle un aroma afrutado, mientras mantenemos vivos los probióticos. Nuestro producto final ofrece una alternativa nutritiva y no láctea que es ecológica”, dijo el supervisor asociado del proyecto, el profesor asociado Shao-Quan Liu, del Programa de Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Facultad de Ciencias de la NUS.
Convertir la pulpa de soya no deseada en una bebida nutritiva
Alrededor de 10,000 toneladas de okara se producen anualmente en Singapur. Como se vuelve rancio fácilmente, los productores de alimentos de soya generalmente lo descartan como desperdicio de alimentos.
La idea de utilizar la fermentación para producir una bebida de okara fue concebida por primera vez por la Sra. Weng-Chan Vong, Ph.D. estudiante del Programa de Ciencia y Tecnología de Alimentos de NUS.
“Durante mis estudios universitarios en NUS, trabajé en un proyecto para examinar cómo la leche de soya se puede infundir en diferentes alimentos, y me di cuenta de que se estaba descartando una gran cantidad de okara. Se me ocurrió que la fermentación puede ser una buena manera para convertir el okara no deseado en algo nutritivo y con buen sabor”, agregó.
Los investigadores de NUS presentaron una patente para su nueva técnica, y actualmente están experimentando con diferentes enzimas y microorganismos para refinar su receta. También buscan colaborar con socios de la industria para presentar la bebida a los consumidores.
Fuente: Agritotal