El principal objetivo del proyecto Fish4Fish (FISH chitinolytic biowastes for FISH active and sustainable packaging material) es el desarrollo de nuevos productos ecológicos a partir de residuos de crustáceos y otros procedentes de biorrefinerías (lignina), con el fin de fabricar envases de alto valor añadido para alimentos.
Fish4Fish aporta un nuevo valor a los residuos de la industria pesquera y alimentaria, con el objetivo de lograr el desperdicio cero. El objetivo es reducir la contaminación plástica y los materiales de desecho, aumentando la calidad de los alimentos y el cuidado ambiental que demandan las instituciones y la sociedad.
El proyecto contribuye a potenciar la economía circular y la bioeconomía azul con la finalidad de culminar en un negocio rentable para los productores, la industria de transformación y las empresas alimentarias.
Liderado por el Departamento de Biotecnología, Química y Farmacia de la Universidad de Siena (Italia), en el proyecto participa también la Next Technology Tecnotessile Societa, una organización italiana de investigación privada; Tecnopackaging, una empresa española experta en el desarrollo de materiales plásticos; el CSIC junto con el Centro de Biologia Molecular Severo Ochoa de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM); el Departamento de Ciencias Biológicas y ecológicas de la Universidad de la Tuscia – UNITUS (Italia); y Anfaco-Cecopesca como centro aglutinador de empresas, a través de su Departamento de I+D+i.
Una de las principales tareas del proyecto consiste en producir derivados de quitina. En concreto, quitosano a partir de los caparazones de crustáceos. Hasta la fecha, se ha obtenido un quitosano con distintos grados de desacetilación y diferente peso molecular mediante procesos sostenibles desde el punto de vista medioambiental y económico. Estas características confieren fundamentalmente las propiedades bactericidas del producto. Se han obtenido también quitooligosacáridos (COS), con mejor actividad antimicrobiana, para lo cual se emplearon quitinasas producidas en laboratorio que están siendo inmovilizadas.
En paralelo, se han logrado diferentes ligninas procedentes de residuos vegetales para la producción de nanopartículas funcionalizadas con quitosano y COS que presentan propiedades antioxidantes y antimicrobianas. La producción de estas nanopartículas de lignina funcionalizadas (biofiller o gel biológico) ha constituido uno de los principales logros del proyecto. Este compuesto permite una valorización muy importante de los residuos, no sólo para envasado, sino también abre posibilidades de uso en otros campos como cosmética, nutracéuticos, material textil, etc. Este resultado será objeto de una patente o de una publicación científica.
El nuevo compuesto desarrollado se está utilizando para fabricar prototipos de envases (bandejas y películas) a los que se añadirán otros biopolímeros comerciales. Una vez optimizado este proceso, se llevará a cabo la validación de dichos envases con dos productos de la pesca (en crudo y semiprocesado) comparando la vida útil del alimento, así como las propiedades mecánicas y protección de la luz UV frente a un envase más tradicional, sin nanopartículas de lignina, quitosano o COS.
Otra tarea muy importante será la evaluación del impacto medioambiental que conlleva la producción de estos nuevos materiales y la caracterización de su ciclo de vida, contrastándolo con la fabricación de materiales plásticos tradicionales.
Fuente: Interempresas