Miembros del comité que elaboraron el estudio sobre el etiquetado a petición de la SSA, enfatizan que así se podrá combatir la epidemia de obesidad que se registra en el país. Enviarán estudio conjunto al equipo de transición del gobierno entrante.
El actual etiquetado de alimentos procesados empleado en el país, GDA, fue elaborado sin un comité de expertos, sin consulta pública, sin recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sin estudio de comprensión de la población mexicana, expusieron en conferencia investigadores miembros del comité de expertos de diversas instituciones conformados a petición de la Secretaría de Salud (SSA) para revisar las características de esta política pública y fijar una posición conjunta sobre su funcionalidad.
“Los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de medio camino 2016, muestran que la epidemia de sobrepeso y obesidad, continúa en aumento. El etiquetado frontal forma parte de un conjunto de políticas y estrategias, para hacer frente, prevenir y atender este problema”, señaló en conferencia Víctor Ríos, académico del Departamento de Atención a la Salud de la UAM Xochimilco y miembro del comité.
La postura se basa en el artículo Sistema de etiquetado frontal de alimentos y bebidas para México: una estrategia para la toma de decisiones saludables, que conjunta la opinión de los mayores expertos en nutrición del país, pertenecientes a institutos nacionales de salud, universidades, hospitales, IMSS e ISSSTE. La conclusión es que el etiquetado actual, llamado GDA (Guías Diarias de Alimentación) —que fue elaborado por la misma industria para autorregularse e implementado desde 2010—, no alcanza el objetivo principal de la medida.
“Es urgente cambiar el etiquetado vigente en México, puesto que está demostrado que no permite a los consumidores tomar decisiones saludables”, señaló Karina Sánchez, consultora independiente y miembro del Comité de expertos académicos nacionales del etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas para una mejor salud.
En conferencia, convocada por la organización civil El Poder del Consumidor, añadió que la mejor evidencia científica sugiere que el sistema más efectivo para alcanzar esta meta es el etiquetado de advertencia. Agregó que el artículo, publicado recientemente en la revista Salud Pública de México, enfatiza una postura conjunta del comité, que revisó toda la evidencia científica disponible y contó además con ayuda técnica de la OMS.
Así, los especialistas definieron en seis puntos sus conclusiones: el etiquetado debe basarse en recomendaciones internacionales, como las de la OMS y OPS debe ser diseñado por expertos libre de conflicto de interés y con criterios de transparencia, agregó la especialista.
Adicionalmente, debe considerar el uso de un perfil nutrimental único a todas las políticas regulatorias en materia de salud alimentaria; enfatizar que la función principal del etiquetado es proporcionar información fácil de comprender sobre ingredientes cuyo alto consumo es nocivo para la salud; y que los estudios disponibles indican que el etiquetado GDA obligatorio en México —apoyado por Cofepris— no funciona y debe ser reemplazado por un sistema efectivo, de fácil comprensión y con criterios correctos.
Finalmente, establecen que se requiere de un etiquetado de advertencia como el que ya se utilizó o se diseñó en otros países. “En otros países latinoamericanos ya se está implementando, como en Chile, Brasil y Perú, así como Canadá e Israel, entre otros”.
PROBLEMA GORDO
De acuerdo con dicho estudio, actualmente existe evidencia convincente de que el consumo elevado de azúcar, grasas saturadas, grasas trans y sodio —que se encuentran en altas cantidades en muchos productos industrializados—, así como la energía total, contribuyen a aumentar el riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles. Por ello, el etiquetado debe proporcionar información de éstos fácil de comprender.
La contribución energética de los alimentos ultraprocesados en la dieta mexicana es aproximadamente de 30 por ciento, señala el texto. “Los productos de mayor aporte son las bebidas azucaradas, las botanas y las golosinas”. Añade que el consumo de alimentos ultraprocesados es mayor entre la población en edad preescolar (38.6 por ciento) que en la población adulta (26.2 por ciento).
“Conociendo la evidencia científica actual, el perfil de morbilidad y mortalidad de la población mexicana y las proyecciones que se han realizado sobre la modificación del consumo de productos industrializados, es importante que el etiquetado frontal contenga información clara sobre el contenido de estos componentes”.
GDA CHATARRA
El artículo enfatiza que los estudios disponibles indican que el etiquetado GDA que se utiliza en México, no funciona y debe ser reemplazado por un sistema efectivo, de fácil comprensión y con criterios correctos. “El sistema GDA utiliza valores de referencia incorrectos como límites máximos para los ingredientes o componentes que presenta y que carecen de sustento científico”.
El texto refiere además que no existe evidencia de que el sistema utilizado actualmente sea comprendido o contribuya a tomar decisiones más saludables entre los consumidores. “Otro problema del etiquetado actual es el uso de porciones arbitrarias que, al manipularse permiten disfrazar las altas cantidades de ingredientes poco saludables en los productos”.
Fuente: Crónica