La lactancia materna es una fuente de alimentación irreemplazable; sin embargo, a 37 % de las mexicanas y mexicanos que encabezan una familia diversa, incluyendo madres y padres solteros, familias homoparentales o reconstituidas, entre otros, les resulta muy complicado acceder a bancos de leche materna o continuar con la práctica de la lactancia debido a la falta de apoyo en prácticas laborales que la promuevan y protejan. Ante este escenario, la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec), que agrupa a más de 100 empresas involucradas en la producción de leche y sus derivados, ha establecido a través de su presidente, Ricardo Villavicencio, cinco compromisos:
- Respeto público y fomento a la lactancia materna
- Actualización constante del directorio nacional de lactarios, para lo cual invitan a la población en general a colaborar
- Brindar cursos digitales para el apoyo de una lactancia materna exitosa
- Establecer un Pacto Pro-Nutrición Infantil, con el objeto de fomentar el conocimiento y cumplimiento del marco normativo
- Apoyar a las familias diversas para la nutrición adecuada de los lactantes.
Para Olivia Guerrero, experta en salud y psicología sexual, uno de los grandes ejes es visibilizar a las familias que no están consideradas en un esquema tradicional: “hay un gran número de personas que son parte de familias diversas, incluso el Inegi considera actualmente 11 tipos de familias, de ellas 2.8% son cohabitadas sólo por un papá y 16.8% cohabitadas por mamá”.
Dijo que las nuevas sociedades marcan pautas diferentes, “hay mujeres que pueden amamantar hasta por dos años a su cría, pero no todas las mujeres tienen estas posibilidades, ya sea por salud o por la dinámica familiar, también dentro de la diversidad tenemos familias con padres homosexuales y familias donde los abuelos o tíos son los encargados de la crianza. Con diferentes circunstancias que se han visibilizado, tienen que llegar diferentes respuestas, compromisos concretos y reales”.
Asegura que se trata de ampliar la mirada y un gran eje ha sido incluir y reconocer desde las políticas públicas a las familias diversas y las brechas que se enfrentan.
Fuente: El Economista