En 2001 nació Cosaco, la primera marca de cerveza artesanal de México, con la que se inauguró una industria que a casi dos décadas de su surgimiento comienza a ver los resultados de su esfuerzo. De acuerdo con el documento Conociendo la industria de la Cerveza, elaborado por Cerveceros de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2004 existían en el país 25 unidades económicas dedicadas a la producción de la bebida. Las unidades productoras tuvieron un aumento principalmente entre 2014 y 2018, 2.4 veces, al pasar de 55 a 128 unidades económicas. “El movimiento artesanal tiene más de 15 años. En México ha sido muy importante para fortalecer la industria cervecera y la oferta de calidad; han crecido mucho. La información de Inegi ya empieza a reflejar esta importancia de los microcerveceros que empiezan a registrarse en las cifras del país; este crecimiento también se explica porque las compañías grandes han puesto interés en estos proyectos”, dijo en entrevista Manuel Cedillo, Director Económico y de Desarrollo de Políticas Públicas para Cerveceros de México. Las compañías medianas y grandes representan 14.1 por ciento de las unidades económicas y 99.7 por ciento de la producción total del país, así como 95.1 por ciento del personal ocupado.
Cifras de la investigadora de mercados Euromonitor International destacan que el mercado se encuentra liderado por Tecate, con una participación de 24.8 por ciento; Corona Extra, con 24.4 por ciento; y Victoria, con 15.3 por ciento.
“La industria de la cerveza tiene la remuneración más alta del sector de bebidas alcohólicas, con un promedio de 34 mil 900 pesos en 2019; detrás se encuentran las bebidas a base de agave 13 mil 081 pesos; en tanto, las bebidas a base de uva tienen una remuneración promedio de 12 mil 090 pesos”, detalló el directivo.
Aunque en número de unidades la producción de cerveza sólo representa 9.6 por ciento del total del sector de bebidas alcohólicas, involucra 49 por ciento del personal ocupado de esta y 65 por ciento del valor de producción.
“Cuenta con una cadena de valor altamente integrada; del total de insumos 73 por ciento son insumos nacionales, a diferencia del promedio de las industrias manufactureras, donde los industriales nacionales que demandan representan sólo 42 por ciento. Además, está dentro de las 19 actividades económicas más importantes de México por su valor de producción, acompaña a sectores como el automotriz, farmacéutico, refinación de petróleo, entre otros”, dijo Karla Siqueiros, directora general de Cerveceros de México.
Esta industria impacta a 168 actividades económicas, desde la elaboración de malta hasta la fabricación de envases de vidrio y metálicos.
Por cada planta, se estima que hay 117 colaboradores, ubicándose por encima de otras industrias de bebidas alcohólicas y de algunas otras actividades, que emplean en promedio a 11 personas.
Pandemia afecta ritmo de crecimiento
Entre enero y octubre de 2020 se produjeron en el país 96.6 millones de hectolitros de cerveza, ello significó una disminución de 8.4 por ciento.
De abril a junio el sector tuvo un freno en sus actividades de producción y distribución, al no ser considerada una actividad esencial ante la pandemia de covid-19.
En tanto, los primeros 10 meses del año pasado las exportaciones alcanzaron los 30.8 millones de hectolitros, lo que significó una variación negativa de 11 por ciento; la balanza comercial fue por 3 mil 776 millones de dólares, una baja de 8.6 por ciento, en contraste con el mismo periodo el año anterior.
“Hablamos de una crisis sanitaria y económica a nivel mundial. En México se estima que el PIB tenga una contracción de -9.4 por ciento. Esto al final se traslada al bolsillo de los consumidores”, dijo Cedillo.
Durante 2019 la producción de cerveza sumó los 124.5 millones de hectolitros, un aumento de 2.4 por ciento respecto a las cifras de 2018. Euromonitor estima que entre las tendencias del sector de bebidas alcohólicas para 2021 y derivadas de la emergencia sanitaria, las marcas con baja graduación alcohólica así como las de menor precio, cobrarán mayor relevancia.
“La tendencia mundial es el consumo de bebidas hacia menos graduación alcohólica. Es lo que vemos en este consumo de y cómo se está trasladando. Eso en parte tiene que ver por la propia demanda de estos productos y esa es la oferta que se presenta al final del día”, finalizó Siqueiros.
Fuente: Milenio