Las mujeres tienen un 46% más de posibilidades de mantener una buena salud en sus años posteriores.
Un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación de Nutrición Humana sobre el Envejecimiento Jean Mayer del USDA (HNRCA) en la Universidad de Tufts en los Estados Unidos ha revelado que las mujeres que incorporan una mayor cantidad de proteínas en sus dietas, especialmente aquellas de origen vegetal, presentan menos enfermedades crónicas y tienen mayores posibilidades de envejecer con una mejor salud en general.
Los resultados, detallados en un artículo publicado en ‘The American Journal of Clinical Nutrition’, indican una notable disminución en las tasas de enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y deterioro cognitivo y mental en las mujeres que incluyeron más proteínas procedentes de alimentos como frutas, verduras, pan, legumbres, frijoles y pasta en sus dietas, en comparación con aquellas que consumieron menos proteínas.
Estos hallazgos provienen del influyente ‘Estudio de Salud de Enfermeras’ con sede en Harvard, que siguió a profesionales de la salud desde 1984 hasta 2016. En 1984, las mujeres participantes tenían entre 38 y 59 años y se consideraba que disfrutaban de buena salud física y mental al inicio del estudio.
El principal autor del estudio, Andrés Ardisson Korat, científico de la HNRCA, junto con su equipo, analizó miles de encuestas recopiladas cada cuatro años desde 1984 hasta 2016 para evaluar la frecuencia de consumo de ciertos alimentos y sus efectos en el envejecimiento saludable relacionado con las proteínas dietéticas.
Para calcular la ingesta de proteínas, multiplicaron la frecuencia de consumo de cada alimento por su contenido proteico. Luego, utilizando la base de datos de composición de alimentos de la Universidad de Harvard, sumaron la cantidad total de proteínas de los alimentos.
Los investigadores compararon las dietas de las mujeres que no desarrollaron 11 enfermedades crónicas ni experimentaron un deterioro significativo en su salud física o mental con las dietas de aquellas que sí las desarrollaron. Las mujeres que consumieron más proteínas de origen vegetal, como las que se encuentran en el pan, las verduras, las frutas, las legumbres, la pasta y otros alimentos en 1984, tenían un 46 por ciento más de posibilidades de mantener una buena salud en sus años posteriores.
Por otro lado, aquellas que consumieron una mayor cantidad de proteínas animales, como carne de res, pollo, leche, pescado/mariscos y queso, tuvieron un 6 por ciento menos de probabilidades de mantener su salud a medida que envejecían.
El equipo de investigación señaló que los beneficios de las proteínas vegetales podrían derivarse de los componentes presentes en los alimentos de origen vegetal. Estos alimentos suelen contener una mayor proporción de fibra dietética, micronutrientes y compuestos beneficiosos conocidos como polifenoles.
Fuente: MSN