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Comer tomate mejora la salud del microbioma intestinal

Investigaciones anteriores habían relacionado el consumo de tomates frecuente con un menor riesgo de desarrollar diversas afecciones de salud, como enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, el impacto de los tomates en el microbioma intestinal, la comunidad de microorganismos que viven en el tracto intestinal, no se había evaluado al detalle.

Experimento en cerdos

Ahora, un equipo de científicos dirigido por la Universidad Estatal de Ohio (OSU) descubrió que pasar dos semanas ingiriendo una dieta rica en tomates aumentó la diversidad de microbios intestinales y alteró las bacterias intestinales hacia un perfil más favorable en un experimento con cerdos jóvenes. Los tomates utilizados en el estudio fueron desarrollados por el fitomejorador, genetista de tomates y coautor del estado de Ohio, David Francis, y son del tipo que podemos encontrar habitualmente en los productos de tomate enlatados.

“Es posible que los tomates impartan beneficios a través de su modulación del microbioma intestinal”, expuso Jessica Cooperstone, profesora asistente de Horticultura y Ciencias de Cultivos en OSU y autora principal del estudio que recoge la revista Microbiology Spectrum. “Los patrones dietéticos generales se han asociado con diferencias en la composición del microbioma, pero los efectos específicos de los alimentos no se han estudiado mucho. En última instancia, nos gustaría identificar en los seres humanos cuál es el papel de estos microorganismos particulares y cómo podrían estar contribuyendo a los posibles resultados de salud”.

Concretamente, utilizaron 20 lechones machos que nacieron en el verano de 2019 en las instalaciones porcinas de OSU en Dublín. Tras ser destetados, se les alimentó con una dieta basal durante 1 semana. A continuación, los investigadores asignaron aleatoriamente 10 lechones a una dieta de tomate que consistía en polvo de tomate liofilizado agregado a la dieta basal. Los 10 lechones restantes recibieron la dieta de control, que consistía en la dieta basal modificada para igualar el contenido de azúcar, fibra y otros macronutrientes de la dieta de tomate. La fibra, el azúcar, las proteínas, las grasas y las calorías fueron idénticas para ambas dietas.

Los resultados

Dos semanas de comer una dieta rica en tomates aumentó la diversidad de microbios intestinales y alteró las bacterias intestinales hacia un perfil más favorable en cerdos jóvenes, encontraron los investigadores. Estos hallazgos también podrían probarse en humanos para identificar vínculos relacionados con la salud entre el consumo de tomate y los cambios en el microbioma intestinal del hombre. “Es posible que los tomates impartan beneficios a través de su modulación del microbioma intestinal”, comentó Cooperstone. Los investigadores que realizaron el estudio minimizaron el tiempo que pasaban con los cerdos, y las poblaciones de cerdos de control y de estudio también vivieron por separado; una serie de precauciones diseñadas para garantizar que cualquier cambio en el microbioma observado con la dieta del estudio pudiera atribuirse a compuestos químicos en los tomates.

Cambios positivos

Se detectaron comunidades microbianas en los intestinos de los cerdos en muestras fecales tomadas antes de que comenzara el estudio, y luego siete y 14 días después de la introducción de la dieta. El análisis reveló dos cambios principales en los microbiomas de los cerdos alimentados con una dieta rica en tomate: la diversidad de microbios en sus intestinos aumentó y la concentración de dos tipos de bacterias comunes en el microbioma de los mamíferos cambió a un perfil más favorable. La secuenciación detectó un cambio después de 14 días en la proporción de Bacillota (bacterias “malas”) hacia Bacteroidota (bacterias “buenas”). “Para comprender realmente los mecanismos, necesitamos hacer más de este tipo de trabajo a largo plazo en humanos. También queremos comprender la interacción compleja: ¿cómo cambia el consumo de estos alimentos la composición de los microbios que están presentes y, funcionalmente, qué hace eso? Una mejor comprensión podría conducir a más recomendaciones dietéticas basadas en evidencia para la salud a largo plazo”, concluyó.

Aunque los cerdos no son humanos, hay motivos para sospechar que el consumo de tomate podría beneficiar igualmente al microbioma humano.

Fuente: Alimente

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