Autor: Essi Kurkisuo, Coordinadora de Mercadotecnia, Bell Flavors & Fragrances de México.
El consumidor actual anhela vivir y consumir de una manera más consciente. Nuestros comportamientos diarios, así como las decisiones de consumo, reciclaje y eliminación de desechos tienen un impacto importante en nuestro entorno. Cuidar el medio ambiente, los especies y las personas ya no es solo una tendencia, sino una necesidad y una forma de vida. Nos podemos preguntar, ¿Cuántas veces hemos consumido del planeta?, y ¿cuántas veces le hemos retribuido?
Los consumidores están en búsqueda de productos éticos y ecológicos que coincidan con sus valores. Esta presión por parte del consumidor está impactando las innovaciones en diferentes industrias, desde la industria de alimentos hasta la industria de moda. Las empresas están trabajando en nuevas soluciones, materiales y prácticas para sobrevivir en un mercado cada vez más exigente.
En los últimos años se ha podido observar un crecimiento en la mentalidad minimalista del consumidor, en la que “menos es más”. Esta mentalidad promueve comprar y consumir sólo lo que es necesario. El minimalismo se puede aplicar tanto para el consumo como para los desperdicios en la industria de alimentos y bebidas. El consumidor minimalista compra sólo lo esencial para sí mismo y para su familia con el fin de cuidar los recursos del planeta y disminuir desperdicios. La regla de las “Seis Erres” es una buena base para mantener una postura respetuosa con el planeta:
1) Repensar: preguntarte, ¿realmente necesito comprar este producto?
2) Rechazar: decir “no” a productos que uno no necesita
3) Reparar: restaurar lo que se puede arreglar en vez de comprar nuevos productos
4) Reducir: disminuir la cantidad de los bienes materiales
5) Reusar: reutilizarlos productos que ya se posee
6) Reciclar: reciclar materiales como vidrio, cartón y plásticos
Las marcas están respondiendo a estas nuevas demandas principalmente a través de alimentos más éticos y empaques más ecológicos y reciclables que contienen menos plástico. Por ejemplo, algunas marcas de bebidas han lanzado botellas reciclables que además utilizan plásticos recolectados del mar en su empaque. También, varias empresas han reemplazado plásticos con materiales más ecológicos, como papel y cartón. Así mismo, hoy en día existen servicios que promueven el reciclaje recogiendo envases vacíos de casa en casa, limpiándolos, rellenándolos y volviendo a regresarlos al consumidor. Otra manera de innovar en alimentos y bebidas más sustentables es formular con frutas, verduras y otros alimentos que por cuestiones estéticos no se hubieran sido comprados en la venta al público, a fin de evitar desperdicios de alimentos.
Además, hay interés en los alimentos producidos con prácticas éticas, como son los productos orgánicos, producción local, free-range y de comercio justo. El 30% de los consumidores mexicanos dicen elegir alimentos éticos casi siempre, y el 42% los eligen de manera ocasional.
Otro cambio significativo que ha surgido y se ha fortalecido en la industria en los últimos años es el consumo de alimentos plant-based. Este tipo de productos se enfocan principalmente a las personas que siguen dietas vegetarianas y veganas que limitan el consumo de alimentos derivados de los animales. Sin embargo, las dietas flexitarianas, que se consideran “semi-vegetarianas” que buscan reducir el consumo de la carne, pero no en su totalidad, han crecido de manera significativa en el mercado, no sólo por razones de cuidado de la salud o de economía, sino también por la búsqueda de disminuir la huella de carbono que el ganado ocasiona en el medio ambiente y por demandar prácticas en contra del maltrato animal. En México por ejemplo, el 47% de los mexicanos dicen que están limitando su consumo de la carne ocasionalmente. La tendencia de lanzamiento de productos base plantas impulsa la expansión de distintas categorías, incluyendo nuevos formatos y proteínas vegetales para sustituir la carne, leche, queso, entre otros productos. Grandes marcas a nivel global se han unido a este reto y han tomado la oportunidad que la nueva demanda del consumidor ha creado. Por ejemplo, PepsiCo recientemente se asoció con la empresa Beyond Meat en un proyecto llamado “The Planet Partneship” teniendo como objetivo lanzar nuevos snacks y bebidas base plantas al mercado.
Los nuevos valores del consumidor están impactando no sólo en los nuevos materiales utilizados, sino también en las innovaciones en ingredientes y en sabor. Los ingredientes base plantas que aportan valor nutricional, como los vegetales verdes, hongos, raíces, granos y leguminosas altos en proteína, se utilizan a mayor grado en diferentes productos desde snacks hasta bebidas nutritivas. Los sabores cárnicos o perfiles de sabor utilizados en los productos cárnicos como las notas ahumadas y BBQ se utilizan para saborizar la carne base plantas. Además, las tecnologías de enmascaramiento de notas desagradables de productos como la soya, los potenciadores de sabor, y los sabores veganos son una solución eficiente para productos orientados a este mercado.
Por otra parte, el consumidor tiene presente que cuidar del planeta también significa cuidar la cultura, nuestras raíces y las tradiciones. Es por ello que veremos que los sabores locales y estacionales como la tuna, la yaca, el nopal y el aguacate, y aquellos que resaltan que tienen ingredientes de origen regional y siguiendo prácticas de comercio justo tienen un mayor protagonismo en la industria en México.
El papel que está tomando el consumidor ahora es el de retribuir y proteger la madre tierra de las prácticas nocivas, preservando los recursos limitados del planeta, así como la cultura y las tradiciones.La conciencia de los consumidores hacia el uso de soluciones innovadoras hoy podría ser la diferencia para las generaciones del mañana.
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