El impacto de los snacks previos al ejercicio en la intensidad del ejercicio, el estrés y la fatiga en los niños
Dra. Debra R. Keast, Dra. Carol E. O’Neil, Investigación y Desarrollo, Dra. Julie M. Jones, CNS, Luisian
Objetivo: Este estudio examinó la correlación entre el consumo de frutos secos con su ingesta de nutrientes, la calidad de la dieta y los indicadores antropométricos de sobrepeso u obesidad.
Diseño: Se realizaron análisis de los datos dietéticos y antropométricos recopilados de los participantes mayores de 19 años (n=13,292) de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición entre 1999-2004. Se definió un grupo de aquellos que consumían cantidades equivalentes de 1/8 taza de frutos secos por día y aseguraban hacerlo cada 24 horas. La calidad de la dieta se midió utilizando el Índice de Alimentación Saludable 2005 (HEI-2005, por sus siglas en inglés). Con el uso de las medias ajustadas por las covariables, los errores estándar, las tasas de prevalencia y las relaciones de probabilidad, se realizaron pruebas estadísticas sobre las diferencias entre los consumidores de frutas secas y los no consumidores.
Resultados: Siete por ciento de la población consumía frutos secos. Los nutrientes en los que hubo un déficit de consumo con diferencias promedio de ingesta (p<0.01) entre consumidores y no consumidores fueron: fibra (+6,6 g/d), vitamina A (+173µg RAE/d) vitamina E (+1,5 mg AT/d), vitamina C (+20 mg/d), calcio (+103 mg/d), magnesio (+72 mg/d) y potasio (+432 mg/d). Los consumidores de frutas secas habían mejorado la ingesta de alimentos de la Pirámide Nutrimental, incluida una ingesta menor de SoFAAS, y una puntuación de SoFAAS más alta (11.1 ± 0.2 frente a 8.2 ± 0.1) que los no consumidores. La puntuación total del Índice de Alimentación Saludable 2005 fue significativamente mayor (p<0.01) en los consumidores (59.3±0.5) que los no consumidores (49.4±0.3). El peso ajustado por covarianza (78.2 ± 0.6 kg frente a 80.7 ± 0.3 kg), el Índice de Masa Corporal (27.1 ± 0.2 frente a 28.1 ± 0.2) y la circunferencia abdominal (94.0 ± 0.5 frente a 96.5 ± 0,2) fueron inferiores (p<0.01) en los consumidores que en los no consumidores, respectivamente.
Conclusiones: El consumo de fruta seca se asoció con una mejor ingesta de nutrientes, una mayor puntuación general de calidad de la dieta, menores medidas abdominales, menor peso corporal y adiposidad.