Alumnos de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (Upibi), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), buscan reducir el consumo de alimentos con grandes cantidades de almidones y químicos que acostumbran ingerir muchas personas como colación sustituyéndolos por una botana elaborada a base de sémola de trigo, cebada y harina de lenteja.
El producto es para que lo consuman personas que trabajan en oficinas, tienen poca actividad física y buscan un alimento rico y rápido. La botana contiene los nutrientes necesarios para acumular energía y permitir realizar las actividades diarias.
El producto son unos palitos de harina de lenteja, sémola de trigo y cebada, acompañados de aderezo hecho con aceite de oliva, mayonesa, chile chipotle, especias y queso parmesano.
La idea, de Blanca Margarita Acosta Álvarez y Óscar Covarrubias Camacho, surge de observar que entre comidas las personas consumen alimentos inadecuados como galletas, papas fritas y dulces, entre otros, que son ricos en químicos, almidones y grasas y que satisfacen el hambre pero no proporcionan la cantidad de energía necesaria.
“La botana no sustituye ningún alimento, su consumo satisface la necesidad energética entre comidas. Proporciona fibra, nutrientes y aminoácidos, que la convierten en una colación completa”, expresó Blanca Acosta.
La elección de los ingredientes se decidió con base en las aportaciones de nutrientes. La cebada es rica en aminoácidos, deficiente en la harina de trigo, mientras que la lenteja aporta gran cantidad de minerales y potasio que ayudan a reducir la ansiedad y provocan una sensación de satisfacción.
El proceso de elaboración comienza con la molienda de los granos, posteriormente se mezclan todos los ingredientes hasta formar una pasta homogénea, se procede al amasado y se forman los palitos que después son horneados.
El objetivo de los politécnicos es disminuir la obesidad, a través de la reducción del consumo de grasas, para satisfacer los requerimientos de energía de las personas que no comen por hambre sino por ansiedad. La botana puede ser consumida por cualquier persona, gracias a que es horneada y no frita, esto aporta cantidades mínimas de grasa saturada.
Óscar Covarrubias comentó que la botana no contiene conservadores, ya que fue sometida a diferentes tratamientos para obtener un producto cien por ciento natural y junto con el envase de plástico de alta densidad permiten un tiempo de vida del producto de dos meses a temperatura ambiente.
Fuente: La Jornada