Personal investigador de la Universidad de Córdoba extrae pasta de celulosa a partir de restos de berenjena, pimiento y tomate que se puede incorporar en el proceso de fabricación de envases y cartones.
Anualmente, los invernaderos retiran una cantidad elevada de residuos hortofrutícolas de tipo leñoso una vez finaliza la temporada de cosecha. Bajo la idea de aprovecharlos, un equipo de investigación del grupo RNM-940 Bioproducts and Process Engineering (BIOPREN), del Departamento de Química Inorgánica e Ingeniería Química de la Universidad de Córdoba, conformado por los investigadores Alejandro Rodríguez Pascual, Rafael Sánchez Serrano y Eduardo Espinosa Víctor, ha logrado extraer de forma eficaz pasta de celulosa a partir de restos de berenjena, pimiento y tomate que puede ser utilizada en el proceso de fabricación de envases y cartones.
El investigador principal del proyecto, Alejandro Rodríguez, expone que el germen de este proyecto surge de un interés común que tuvieron algunas empresas almerienses con respecto al aprovechamiento de estos residuos. “La aplicación que nosotros ofrecimos era hacer pasta de celulosa a partir de esos desechos que pudiera ser incorporada en la fabricación de cartones para cajas y/o bandejas, donde ellos embalasen la mercancía y enviasen sus productos”, añade.
Se trata de un proyecto de transferencia financiado por la Junta de Andalucía dentro del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI 2020). A nivel de laboratorio han llevado a cabo ensayos para ver si lo que se obtenía era susceptible de ser utilizado en la fabricación de cartones. “Lo que este proyecto nos facilitó, al ser de transferencia, es que tenía un componente de prueba de concepto, por lo que permitió la contratación de una empresa que se dedica a hacer envases por termoformado a escala piloto, Packbenefit, para ver qué podíamos obtener de esa pasta de celulosa y si era viable”, explica el investigador Rodríguez Pascual.
Tras varias pruebas, el resultado ha sido satisfactorio, obteniendo un rendimiento del proceso en torno al 60%. Posteriormente, se han logrado crear bandejas con un 20%, 40% y 60% de pasta mecánica de hortícolas más un 80%, 60% y 40% de pasta mecánica de pino, respectivamente. Un ejemplo sería el molde de la bandeja modelo QUETZAL, cuadrada de 180 milímetros de ancho y 36 mm de alto, con un volumen de 665 mililitros de capacidad. Dichas bandejas, al ser de origen vegetal ya que están basadas en celulosa, se presentan como una solución integral en el sector del packaging sostenible para alimentos. Además, las bandejas desarrolladas se caracterizan por ser horneables, microondables, congelables y 100% compostables. Gracias a este proyecto, el grupo de investigación ha solicitado la patente para la elaboración de este tipo de producto.
‘Aprovechamiento de residuos hortofrutícolas para la fabricación de envases útiles en el sector agroalimentario (ENVAGRO)’. Proyecto financiado por la Junta de Andalucía, perteneciente a la convocatoria ‘Incentivos a los Agentes del Sistema Andaluz del Conocimiento. Ayudas a la I+D+I, en el ámbito del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI 2020). Ayudas a actividades de transferencia de conocimiento entre los Agentes del Sistema Andaluz del Conocimiento y el Tejido Productivo (orden de 7 de abril de 2017, convocatoria 2017). Este proyecto tuvo una duración de 01/12/2019 hasta 31/05/2021.
Fuente: Retema