Un nuevo sensor más avanzado y económico que los existentes, y que detecta la presencia de oxígeno y reduce el riesgo de intoxicación, permitirá percibir posibles fallos en el envasado de productos alimenticios durante todo su ciclo de vida, incluidas las fases de transporte y mantenimiento.
El objetivo de SafetySenseO2, desarrollada por el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) con el apoyo de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), es reforzar la seguridad alimentaria en los envases de atmósfera modificada.
De esta forma, se reduce el riesgo de intoxicación, a través del control y la monitorización permanente de la hermeticidad de dichos recipientes, según fuentes de AVI, que indican que el nuevo sensor controla e informa al consumidor de la calidad de los alimentos envasados.
Un nuevo sensor más avanzado y económico que los existentes, y que detecta la presencia de oxígeno y reduce el riesgo de intoxicación, permitirá percibir posibles fallos en el envasado de productos alimenticios durante todo su ciclo de vida, incluidas las fases de transporte y mantenimiento.
El objetivo de SafetySenseO2, desarrollada por el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) con el apoyo de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), es reforzar la seguridad alimentaria en los envases de atmósfera modificada.
De esta forma, se reduce el riesgo de intoxicación, a través del control y la monitorización permanente de la hermeticidad de dichos recipientes, según fuentes de AVI, que indican que el nuevo sensor controla e informa al consumidor de la calidad de los alimentos envasados.
La presencia de oxígeno en el interior de los envases es una de las principales causas de degradación de los alimentos envasados, ya que propicia el crecimiento de microorganismos aerobios y el enranciamiento oxidativo de los lípidos, al tiempo que destruye vitaminas liposolubles como las A y E.
En la actualidad, existen otros mecanismos para determinar la presencia de oxígeno en forma de pastilla o etiqueta, pero son difíciles de manejar, de incorporar al envase y su aceptación por parte del consumidor es menor.
En cambio, la solución que ha concebido Aimplas permitirá detectar en línea fallos en el envasado de una forma no destructiva y económica (en esta fase se realizan ensayos analíticos sobre unas muestras que se destruyen) pero el control se extiende al transporte y almacenamiento, e incluso al lineal del supermercado.
De hecho, el sensor de oxígeno proporcionará en todo momento información al consumidor sobre la calidad y seguridad del alimento, evitando así posibles intoxicaciones alimentarias.
Esta tecnología no solo resulta más fácil de interpretar, sino que supondrá también una mejora significativa en el proceso de envasado, ya que, a diferencia del resto de las alternativas en el mercado, se integra en la propia estructura del envase.
Fuente: EFE