En 2013 y después de una estancia de investigación en la Universidad de Utrecht (Países Bajos) tras terminar la carrera de Farmacia, escuché hablar por primera vez de una cierta baya exótica capaz de transformar el sabor de los alimentos de forma casi mágica. En ese momento no tenía ni idea de lo que se trataba y fue después de pasar noches investigando en la red y revisando publicaciones científicas que descubrí que se trataba de una fruta africana conocida como Miracle Berry y que contenía en su pulpa miraculina, una proteína capaz de hacer que los alimentos ácidos te sepan deliciosamente dulces, sin aportar azúcares ni calorías extra y de forma 100% natural”, comenta a El Confidencial Loan Bensadon, cofundador de Baïa Food.
Se trata de la ‘startup’ española de innovación alimentaria. En ella se anuncia que está a punto de conseguir la autorización de la Comisión Europea para poder empezar a comercializar este alimento fruto de ocho años de trabajo de I+D+i en los que se ha invertido más de 1 millón de euros.
Tras recibir el aval científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) de que es seguro para el consumo humano, la ‘foodtech’ está más cerca de convertirse en la primera compañía en introducir en la Unión Europea la adquisición de la baya Synsepalum dulcificum, de la que se extrae, y busca inversores para validar el modelo de negocio de este complemento alimenticio con gran potencial en los sectores de la salud y la alimentación, que comercializará en exclusividad durante cinco años.
Cuando el azúcar se esconde
Hay que tener en cuenta que “cada español consume de media 71.5 gramos de azúcar al día, según los últimos resultados del estudio ANIBES, el triple de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con sus correspondientes consecuencias en la salud: obesidad, diabetes tipo II, problemas cardiovasculares… Además, nuestro país presenta una de las tasas de obesidad más altas de Europa. El 54% de los adultos tiene sobrepeso y el 17% es obeso. Entre la población infantil, el 40% sufre sobrepeso y el 18% padece obesidad, según los datos de Sanidad”, explica Guillermo.
En pro de los mejores hábitos alimenticios
Nuestra misión no es otra que mejorar los hábitos alimenticios de la sociedad para aumentar la calidad de vida de la gente. “Todo ello, a través de una alimentación más saludable y natural, que provenga de la tierra y reduzca el consumo de azúcar y edulcorantes artificiales, que son, sin duda, los grandes culpables de los problemas de salud del siglo XXI”, apostilla Y recuerda: “Cuando decidimos montar la empresa, sabíamos que cumplir este propósito no iba a ser tarea fácil, tampoco rápida. La Synsepalum dulcificum estaba categorizada como ‘novel food’ en la UE y, por lo tanto, antes de ponerla en el mercado debíamos demostrarle a la EFSA (Autoridad de Seguridad Alimenticia) que era segura para el consumo humano. Aún recuerdo cuando hablábamos con altos directivos de multinacionales buscando ‘feedback’. Todos ellos coincidían en que el proceso de ‘novel food’ era demasiado costoso y arriesgado. No nos lo recomendaban; de hecho, nos alertaban de que un nuevo alimento era tan complejo de conseguir que era requisito suficiente para que sus departamentos de I+D rechazaran un proyecto. Nosotros, en vez de ver una barrera, vimos una oportunidad, y nos lanzamos a ello”.
Hoy, después de 8 años de investigación y más de un millón de euros invertidos en I+D+i, “acabamos de recibir el aval científico de EFSA para el consumo humano del ‘novel food’ Dried Miracle Berry (DMB) como complemento alimenticio. Estamos a un solo paso (ratificación de la Comisión Europea en el Diario Oficial de la Unión Europea) de ofrecer al consumidor una herramienta para que pueda reducir su ingesta de azúcar y edulcorantes artificiales. Por lo tanto, podemos decir con creces que la inversión y nuestros esfuerzos han merecido la pena”, comenta.
Aplicación sanitaria
La Synsepalum dulcificum, que se cultiva principalmente en Ghana, Costa de Marfil y Benín, es conocida como Miracle Berry por su capacidad de transformar la percepción del sabor ácido en dulce, que es única en la naturaleza. “El dulzor que produce se consigue en dos pasos: se consume primero el deshidratado de la baya, por ejemplo, en forma de caramelos, y luego se ingiere el alimento cuyo sabor ácido se quiera transformar a dulce, como una kombucha, un yogur o una limonada”.
“De este modo, consigue enmascarar sabores no agradables para todos los paladares y hace posible disfrutar de una sensación de dulzor sin necesidad de añadir azúcares ni edulcorantes artificiales. También tendrá su aplicación en el sector sanitario, ayudando a mejorar la calidad de vida de ciertos grupos de personas que pueden encontrar en la miraculina un aliado para poder volver a disfrutar de la comida, e introducir en la dieta alimentos saludables pero poco palatables. Estamos trabajando mucho en este ámbito y lo que podemos decir por el momento es que en septiembre comenzamos un proyecto de colaboración con el Hospital La Paz para demostrar una de estas aplicaciones. Ya os contaremos más”, nos adelanta Milans del Bosch.
Cadena de suministro
Los socios de Baïa Food se dieron cuenta rápido de que “montar una cadena de suministro en origen y desde cero por un lado y por el otro demostrar la seguridad de este nuevo alimento iba a ser un proyecto de gran envergadura, pero nunca habríamos podido imaginar que tomaría la dimensión que tiene actualmente. Hemos puesto muchos recursos en desarrollar el cultivo en Ghana, formar a los agricultores en GAP (Good Agricultural Practices) y prácticas ecológicas, huyendo del modelo de monocultivo que tanto daño ha hecho al medioambiente. Hemos conseguido incorporar a nuevos agricultores a la cadena, proveyéndoles de semillas y de la formación necesaria para cultivarlas hasta que den fruto, y seguimos trabajando con nuestros socios en origen para ampliar el impacto que puede tener este recurso natural en la vida de las personas, creando una nueva fuente de ingresos más segura que los ‘commodities’ como el cacao”, señala Loan.
Por otro lado, “la investigación la hemos llevado a cabo internamente, en colaboración con universidades como la Politécnica de Madrid y la Complutense, centros de investigación como IMDEA Food, centros tecnológicos como IRTA, AINIA y AZTI, y laboratorios externos acreditados, tanto nacionales como internacionales”, detalla. La EFSA es la autoridad de seguridad alimentaria más exigente del mundo, “y los criterios para poder evaluar la seguridad de un ‘novel food’ son altísimos. Por eso, todos los análisis y ensayos que hemos realizado están certificados con Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) y han seguido las guías de la OCDE. Entre otros, hemos analizado la composición de lotes de la fruta a lo largo de distintos años y en diferentes épocas para ver cómo fluctúan los nutrientes, hemos desarrollado un método de cuantificación propio para el principio activo (miraculina), hemos realizado ensayos toxicológicos y hemos formado a paneles sensoriales para definir bien el efecto en la percepción del gusto”, documenta. Han sido muchos años de trabajo y de esfuerzo, “pero sin el apoyo de nuestros inversores y del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), que han estado a nuestro lado a lo largo de todo este tiempo, no habría sido posible llegar hasta aquí. Pero todo esto no se queda aquí, ahora se abre una etapa en la que continuaremos con el I+D+i más enfocado a las aplicaciones de esta fruta en el sector de la alimentación y la salud”.
En un plazo de cinco meses
Tras este gran hito, “esperamos conseguir en un plazo de 4 o 5 meses la autorización de la CE para comercializar en exclusiva y durante 5 años esta fruta en todo el territorio comunitario. Con esto nos convertiremos en la segunda empresa española en introducir en el mercado europeo un ‘novel food’, lo cual nos enorgullece mucho. Pero tenemos los pies en el suelo, aún no hemos conseguido nada y ahora debemos empezar a rentabilizar toda la inversión realizada durante estos ocho años. Conseguir las primeras ventas y seguir con todas las líneas de investigación que tenemos abiertas”, recuerda Guillermo.
Su modelo de negocio se centra en el B2B2C. “Nuestros primeros clientes serán empresas nutracéuticas o farmacéuticas que quieran utilizar nuestro ingrediente en sus complementos alimenticios para ‘targetizar’ diabéticos o personas con trastornos del gusto”, cuenta.
Dicho esto, “una de nuestras principales virtudes durante este tiempo ha sido la capacidad de pivotar y montar nuestro ‘e-commerce’, que con sus ventas nos ha permitido en parte financiar nuestro I+D+i. En ese sentido, seguramente utilicemos este canal para ofrecer productos con miraculina”.
Ayuda en dietas restrictivas
Su consumo va dirigido al público en general que quiera reducir su ingesta de azúcar y edulcorantes artificiales. “También esperamos que ayude a muchas personas que tienen dificultades para adherirse a dietas restrictivas y ser constantes en sus esfuerzos de tener una alimentación saludable, baja en calorías y azúcares como personas diabéticas o con obesidad. También sirve como herramienta para mejorar el sabor de determinados alimentos interesantes desde un punto de vista nutricional, pero con mal sabor, como pueden ser los fermentados tipo kombucha, kéfir, yogur, ‘smoothies’ de verdes, etc. Ayuda a consumir frutas con bajo contenido de azúcares (poco maduras, por ejemplo, o muy ácidas tipo cítricos, grosellas, arándanos rojos, etc)”, recuerda Loan.
Por otro lado, “estamos investigando la aplicación que tiene la miraculina para mejorar la sintomatología del trastorno del gusto -también conocido como disgeusia- y que puede aparecer a raíz de causas muy distintas como la quimioterapia, una infección vírica, como hemos visto durante la pandemia del covid-19, o la extracción de las muelas del juicio, para nombrar algunos. Pues a partir de septiembre empezamos un proyecto de 2 años de duración con el Hospital La Paz y que busca generar evidencia clínica sobre el beneficio de consumir DMB (Dried Miracle Berry, nuestro ‘novel food’) en estos trastornos del gusto, y evaluar otros posibles beneficios para la salud ya que DMB es muy rico en polifenoles antioxidantes con propiedades nutracéuticas”.
Fuente: El Confidencial