Dra. María Luz Fernández, Universidad de Connecticut
Se hizo un ensayo controlado y aleatorizado con 17 hombres y mujeres de 50 a 70 años. Se les dio a elegir entre solo caminar, o a caminar y comer 1 taza de pasas por día, o solo a comer 1 taza de pasas por día. El ensayo atenuó el perfil lipídico de riesgo para todos los grupos al resultar en una reducción en el colesterol total y la lipoproteína de baja densidad.
Los autores sugirieron que el aumento de la ingesta de fibra probablemente contribuyó a la reducción de las lipoproteína de baja densidad para el grupo de ingesta de pasas y el grupo de pasas y caminatas. La reducción de la presión arterial de estos dos grupos puede haber sido resultado de efectos antioxidantes de los polifenoles en las pasas.
En conclusión, los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares se vieron disminuidos significativamente por el consumo de pasas o por el aumento de la distancia caminada. La presión arterial, el colesterol total plasmático y las lipoproteínas de baja densidad se redujeron significativamente en todos los grupos, mientras que al caminar se redujeron los triglicéridos plasmáticos. Las pasas disminuyeron el riesgo de daño inflamatorio al disminuir uno de los marcadores de inflamación asociados con la diabetes y enfermedades coronarias (factor de necrosis tumoral alfa -TNF-α-)