El consumo moderado de bebidas fermentadas podría estar incluido en la dieta mediterránea y así lo han explicado los expertos en el taller sobre dieta mediterránea, bebidas fermentadas, salud y microbiota en el 43 Congreso Nacional de SEMERGEN, que tiene lugar en Zaragoza del 29 de septiembre al 2 de octubre.
El doctor Vicente Pascual, médico de familia en el Centro de Salud Palleter, profesor Asociado en la Facultad CEU-Cardenal Herrera en Castellón y miembro de los Grupos de Trabajo de Lípidos y Nutrición de SEMERGEN, junto con la doctora Esher Nova, científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), han presentado las últimas evidencias científicas que unen dieta mediterránea, bebidas fermentadas, salud y microbiota.
La Dieta Mediterránea 1 es, según la UNESCO, uno de los elementos del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ya que se trata de una valiosa herencia cultural además de una nutrición rica y saludable. Se puede considerar como un estilo de vida equilibrado que aporta propiedades beneficiosas para la salud.
El consumo moderado de bebidas fermentadas (cerveza, vino, cava y sidra) está aceptado dentro de las recomendaciones en la Pirámide de la Dieta Mediterránea y así lo ha incluido la Fundación Dieta Mediterránea 2.
Este tipo de dieta no hace referencia a la alimentación de una zona geográfica en concreto, sino a un estilo de vida. Se trata de las relaciones sociales que se desarrollan alrededor de las comidas, su ritmo, la forma de preparación y consumo, las formas y horarios laborales, el uso del tiempo de ocio y la práctica de una vida activa. Es decir, toda una filosofía de vida que une cultura y patrones mediterráneos.
Vicente Pascual ha señalado en su intervención que “el consumo moderado de cerveza podría tener implicaciones saludables en el aporte de nutrientes de una dieta, y además esta bebida se incluye en la pirámide de alimentación saludable por su elaboración a través de la fermentación. La cerveza contiene vitaminas, polifenoles (antioxidantes), fibra, minerales e hidratos de carbono que podrían ser beneficiosos para la salud”.
Disminución del riesgo de diabetes en los hombres
El estudio ‘Consumo moderado de cerveza y sus efectos en la salud cardiovascular y metabólica: una revisión actualizada de la evidencia científica reciente’ 3 realizado por el doctor Pascual junto a otros expertos sugiere que el consumo moderado de una bebida fermentada como la cerveza se asocia con una reducción de la morbilidad y mortalidad cardiovascular, y en el caso de los hombres, también existe una disminución del riesgo de diabetes.
Otros efectos beneficiosos en la salud tras la ingesta moderada de cerveza parecen relacionados con su riqueza en antioxidantes, y también se relaciona con una mejora en la densidad ósea y menor riesgo de fractura de cadera 4.
Por su parte, la doctora Esther Nova, ha añadido que “es importante resaltar que una cantidad moderada de cerveza puede ser consumida dentro de un estilo de vida saludable, ya que este consumo podría conducir a una mayor cantidad de géneros bacterianos productores de ácido butírico y, por tanto, mejor salud intestinal y metabólica”.
En el estudio ‘Asociación del consumo moderado de cerveza con la microbiota intestinal y ácidos grasos de cadena corta (AGCC) de adultos sanos”, presentado por la doctora Nova, que además ha sido publicado recientemente en la revista científica Molecules, se indica que el consumo moderado de cerveza podría tener relación con el desarrollo de beneficios en la composición y funciones de la microbiota intestinal. Esto se debe al aprovechamiento de algunos componentes naturales de esta bebida fermentada elaborada a partir de cebada, lúpulo y agua.
La evidencia científica concluye que la cebada y el lúpulo aportan polifenoles que favorecen diferentes funciones biológicas importantes en nuestro organismo, como funciones antibacterianas o funciones antioxidantes, entre otras.
Los efectos beneficiosos que este tipo de bebidas pueden provocar únicamente se observan cuando el consumo es moderado y responsable en adultos sanos que siguen una alimentación sana y equilibrada. En el caso de estar tomando medicamentos, si se va a conducir o en el caso de ser una mujer embarazada o en periodo de lactancia, el consumo de alcohol debe ser cero u optar por una cerveza SIN alcohol.
Se estima como consumo moderado en adultos sanos entre 10-12 g/día para las mujeres y 20-24g/día para los varones, o lo que también se corresponde a 200-300 ml de cerveza para ellas y 400-600 ml para ellos.
El Foro para la Investigación de la Cerveza y Estilos de Vida (FICYE) es una entidad que pretende ahondar en el conocimiento de la cerveza, impulsando y compartiendo la investigación científica sobre el producto, su consumo moderado y su relación con el estilo de vida; recordando siempre que el consumo abusivo de alcohol es perjudicial y, por lo tanto, no tiene cabida en un estilo de vida saludable.
Fuente: 20 Minutos