Un equipo de investigadores de la Universidad de Berkeley desarrolló un nuevo proceso químico capaz de vaporizar los dos tipos dominantes de residuos plásticos que se encuentran en la basura doméstica y convertirlos en bloques de construcción de hidrocarburos para nuevos plásticos, sentando las bases para transformar la gestión de estos residuos en todo el mundo.
“El proceso, si se amplía, podría ayudar a generar una economía circular para muchos plásticos desechables”, afirman desde la Universidad de Berkeley en un artículo sobre el nuevo proceso publicado en su web oficial, donde destacan que el método degrada de manera eficiente “los dos tipos principales de residuos plásticos postconsumo: el polietileno, que se encuentra en la mayoría de las bolsas de plástico de un solo uso, y el polipropileno, presente en productos de plástico duro como los envases de alimentos y equipajes o las mezclas de ambos”.
El equipo de investigación estuvo conformado por el profesor de química de Berkeley John Hartwig; el estudiante de posgrado, Richard J. “RJ” Conk, y el ingeniero químico Alexis Bell, quien es profesor de la Escuela de Posgrado Berkeley.
La investigación completa, que se publicó en la revista Science, constituye un avance revolucionario respecto a un proceso ideado por la misma institución hace unos dos años que evaporaba los plásticos utilizando “costosos catalizadores metálicos solubles”. A diferencia de ese proceso, en este caso la base de la evaporación se realiza mediante la utilización de “sólidos más baratos” de uso común en la industria química, lo que abre la puerta para aplicarlo en el manejo de “grandes volúmenes de material”, según detallan desde Berkeley.
“Lo que podemos hacer ahora, en principio, es tomar esos objetos y llevarlos de vuelta al monómero inicial mediante reacciones químicas que hemos ideado que rompen los enlaces carbono-carbono típicamente estables. Al hacerlo, nos hemos acercado más que nadie a dar el mismo tipo de circularidad al polietileno y al polipropileno que se tiene para los poliésteres en las botellas de agua”, explicó Hartwig, quien dirigió la investigación, en la nota de la Universidad.
Además, para mostrar el proceso, desde la web publicaron un video donde explican detalladamente el funcionamiento del nuevo método.
Específicamente, el método presentado en 2024 utiliza como catalizadores para evaporar los materiales sodio y tungsteno, sobre los que Hartwig detalló que: “no se puede obtener algo mucho más barato que el sodio, mientras que el tungsteno es un metal abundante en la tierra que se utiliza en la industria química a gran escala”. Tanto el polietileno como el propileno al pasar por el nuevo método se convierten en la materia esencial del plástico, lo que los haría aptos para la fabricación de nuevos productos sin utilizar nuevos recursos derivados del petróleo, que genera gases de efecto invernadero.
“Tenemos una enorme cantidad de polietileno y polipropileno en objetos cotidianos, desde bolsas de almuerzo hasta botellas de jabón para lavar la ropa y jarras de leche, gran parte de lo que nos rodea está hecho de estas poliolefinas”, detalló Hartwig en torno a la variedad de desechos que podrían ser la base de nuevos productos mediante la aplicación de este método.
Fuente: La Nación (Argentina)