El aditivo reduce de forma drástica la población de bacterias, pasando en 24 horas de 100 000 unidades formadoras de colonias a cero.
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la empresa de base tecnológica del CSIC Encapsulae han desarrollado el primer aditivo para envases de contacto alimentario con capacidad de matar la Listeria monocytogenes, la bacteria que causa la listeriosis. El aditivo reduce de forma drástica la población de bacterias, ya que en los ensayos in vitro se ha demostrado una alta actividad en 24 horas, pasando de 100 000 unidades formadoras de colonias, a cero. La dosis infectiva es atribuible a dosis superiores a las 100 000 unidades por porción ingerida.
“Se trata de un proceso disruptivo donde hemos modificado la distancia de los enlaces químicos de un conservador alimentario empleado habitualmente en productos cárnicos. El encapsulado del aditivo modificado en el envase plástico genera una superficie de contacto que impide el crecimiento de las bacterias. El efecto se ha demostrado, entre otros microorganismos, para la Listeria monocytogenes. Así, un simple envase de plástico aumenta la seguridad alimentaria”, explica el profesor e investigador emprendedor de la empresa Encapsulae, José Francisco Fernández Lozano, del Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC. Fernández Lozano posee una dilatada experiencia en llevar productos en el mercado en los campos de cosmética y seguridad alimentaria.
La listeriosis es una infección muy grave debida a la bacteria Listeria monocytogenes. Tiene poca morbilidad (se dan pocos casos de infección) pero muy alta mortalidad, un 30%, que en el caso de grupos sensibles, como ancianos y fetos se eleva aún más hasta un 70 %. Durante el año 2017, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (European Food Safety Authority EFSA) reportó 2 480 casos de listeriosis en la Unión Europea, con 227 muertes. En España ese mismo año hubo 284 casos confirmados. Durante la crisis de la carne mechada, este año, ha habido en un sólo brote más de 330 casos, con 3 muertes y 7 abortos.
Las listerias son bacterias muy resistentes a diversas condiciones, como la acidez y las bajas temperaturas, e incluso tiene capacidad de crecimiento a temperaturas de refrigeración entre 2°C y 4°C. Dicha resistencia hace que esté ampliamente distribuida en el medio agrario, en los suelos, plantas, forrajes, materia fecal, aguas residuales y agua.
La principal ruta de transmisión para el ser humano es el consumo de alimentos contaminados, como productos cárnicos listos para su consumo; por ejemplo, salchichas cocidas o patés, pescados ahumados, productos lácteos elaborados con leche cruda y ensaladas preparadas. Muchos alimentos listos para el consumo incluyen en su proceso de producción una fase que elimina la listeria, como la cocción o el horneado, pero se puede contaminar en el envasado final o en la manipulación durante la comercialización, como por ejemplo en un rebanado.
El nuevo producto contra la listeria está ya disponible para su uso comercial. “La capacidad de producción actual permite suministrar aditivo para más de 50 millones de envases de alimentación. El aditivo está aprobado para su uso en envases plásticos de contacto con alimentos según las normativas EC 10/2011 y como aditivo activo según la EC450/2009”, explica Javier Menéndez, CEO de la startup Encapsulae SL.
Encapsulae es una empresa de base tecnológica surgida del CSIC que forma parte de los programas de aceleración de startups de CLIMATE-KIC y PORCINNOVA, para el desarrollo de envases activos y biodegradables. Ha ganado recientemente el primer puesto en la competición Startups for sustainable land use en la feria Smart Agrifood 2019 celebrada en Málaga.
Fuente: Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología