Fira de Barcelona y el comité organizador de Alimentaria, el segundo salón por importancia de la institución ferial tras el Mobile World Congress (MWC), se han reunido y han decidido aplazar el certamen que se iba a celebrar entre el 14 y el 17 de septiembre próximos. La nueva fecha es entre el 17 y el 20 de mayo del 2021. Se trata del segundo aplazamiento, ya que, según el calendario, este salón bianual estaba fijado inicialmente para el 20-23 de abril pasados. A principios de marzo, justo una semana antes de la declaración del estado de alarma en España, se pasó a después del verano.
Ahora, las circunstancias obligan, todo vuelve a moverse y el nuevo cambio provoca otro movimiento encadenado. Y es que, con el nuevo calendario de fechas, y para asegurar el éxito en la edición posterior, Alimentaria pasa el salón previsto para el 2022 al 2023 y así sucesivamente. En consecuencia, el salón se celebrará a partir de ahora en los años impares.
“Nuestro objetivo es realizar una gran edición, con las máximas expectativas comerciales, de networking y asistencia de compradores y visitantes internacionales”, ha apuntado Josep Lluís Bonet, presidente del comité organizador.
El aplazamiento de Alimentaria se basa en el alto grado de incertidumbre sobre la evolución del coronavirus en España y en el mundo, que afecta aún de forma importante a todos los desplazamientos por motivos profesionales. Estas dudas, en un momento en el que muchas empresas todavía tienen a partes relevantes de sus plantillas teletrabajando, fue lo que llevó a la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) a pedir el aplazamiento de Alimentaria hace dos semanas. Bonet apuntó que la decisión se ha tomado tras “escuchar al sector, al que agradecemos su respaldo y apuesta por un evento que, sin duda, contribuirá a reactivar la economía, tan castigada en estos momentos”.
La petición de la FIAB era un clamor general en el sector al que Alimentaria ha sido sensible. Muchísimas multinacionales mantienen la prohibición o fortísimas limitaciones a los viajes de sus directivos y empleados. Y, en el caso de Alimentaria, alrededor de 1,000 de las 4,500 empresas expositoras y un 30% de los cerca de 150,000 visitantes provenían del exterior. Algunos pesos pesados, como Nestlé, ya habían anunciado que si el salón se celebraba en septiembre, no acudiría.
La no celebración de Alimentaria en el 2020 supone un golpe económico considerable para Fira de Barcelona, que cinco meses antes de la fecha inicial del salón emitió un comunicado en el que cifraba la ocupación en el 92% de los 110,000 m2 disponibles. El 2020 es un año muy complicado para la institución. Y también para la ciudad de Barcelona y el área metropolitana, donde el impacto de este salón se ha calculado en unos 200 millones. Tras la decisión del comité organizador, ahora solo queda mirar hacia adelante y trabajar duro para que la nueva convocatoria permita celebrar un gran salón de Alimentaria en mayo del 2021.
Por lo que respecta al resto de certámenes de la Fira previstos para el último cuatrimestre de este año, algunos se celebrarán en las fechas anunciadas con formatos distintos y fuertes medidas de prevención ante posibles contagios y otros, en cambio, como Expoquimia y Foodtech, se trasladan también al 2021.
El próximo ejercicio, si el virus lo permite, será potente para la Fira con otros certámenes que se habían previsto inicialmente para 2020 como es el caso de IOT Solutions World Congress, Expoquimia, Eurosurfas y Equiplast, Hostelco y Alimentaria Foodtech. Junto a ellos, tendrán lugar Hispack, ya previsto inicialmente para el próximo año, al igual que Barcelona Building Construmat, Automobile Barcelona o Piscina&Wellness, entre otros muchos. El año 2021 destacará también por la vuelta del MWC, y dos salones potentes nuevos: el ISE, el más importante del mundo de la industria audiovisual, que hasta este año se celebró en Ámsterdam, y Seafood, referente para productos del mar que hasta ahora tenía lugar en Bruselas.
El director general de la Fira, Constantí Serrallonga, ha puesto de relieve el potencial de la institución como “gran instrumento de reactivación económica, sobre todo en el actual contexto, dada la gran variedad de sectores empresariales presentes en los eventos y el impacto económico y social que genera en el territorio”. A corto plazo, añade Serrallonga, “Fira tiene la mirada puesta en la actividad que desarrollará en el último cuatrimestre de este año, que sin duda ayudará a revitalizar el tejido empresarial, como es nuestro objetivo”.
Fuente: La Vanguardia