El 24 de julio se le dio celebración a una de las bebidas más emblemáticas de preferencia entre los mexicanos y también extranjeros; El Tequila, mismo que es producido desde el siglo XVI (Aprox. 1538) y toma su nombre de la región de donde nace.
Fue un día como el 24 de julio pero en el año 2006 cuando la UNESCO la declaró como Patrimonio Mundial el paisaje del agave (plantas de las que se extrae el tequila) y las antiguas instalaciones industriales del tequila
De acuerdo al Consejo Regulador del Tequila es un aguardiente elaborado en una pequeña región de México. Se produce a partir de la destilación del mosto fermentado obtenido del corazón de una planta conocida como “agave azul”. A este corazón de la planta, semejante a una gigantesca piña, se le denomina también “mezcal”. En náhuatl quiere decir “la casa de la luna” y se usa para significar el meollo, la esencia, el centro”.
Según la Norma Oficial Mexicana existen dos categorías de tequila. La primera es Tequila 100 % de agave que se obtiene por completo de la destilación de las piñas de agave weber.
La categoría Tequila por otro lado se puede contar hasta con 49% del total de azúcares derivados y 51% o más de destilado del agave 100%.
Dentro de cada una de estos tipos o categorías existen cinco clases de tequila, los cuales tienen que ver con el tiempo de maduración:
Tequila Blanco
No requiere ninguna maduración y no se le puede agregar otra cosa que no sea agua para ajustar el grado de alcohol antes de envasar. Esa es la expresión más pura del tequila.
Tequila Joven (Oro o Gold)
También le pueden llamar Oro o Gold. No requiere de maduración, pero pueden abocarse a él cuatro ingredientes: caramelo (para ajustar el color), extracto de roble (para darle la sensación de maduración), azúcar (para endulzar un poco) y glicerina (para modificar un poco la textura en el paladar). El problema es que estos ingredientes no vienen de manera natural con el tequila, por lo que la bebida podría no sentirse tan natural.
Tequila Reposado
Para cubrir la norma se requiere de un proceso de maduración de al menos dos meses. Puede ser en un pipón grande de madera o en una barrica. Dejarlo más de dos meses podría brindarle al tequila un efecto de mayor suavidad y redondez.
Tequila Añejo
Tiene que madurar al menos un año y ser añejado en barrica. El contacto con la madera lo vuelve mucho más redondo y amaderado.
Tequila Extra Añejo
Es la versión más reciente según la Norma Oficial. Se requieren al menos tres años de maduración en una barrica. Uno de los grandes ejemplos de esta familia de tequilas es el Herradura Ultra, el cual tiene una combinación con reserva de Añejo para darle un nuevo toque de suavidad.
Otros Términos Rimbombantes
Algunas veces nos podremos encontrar etiquetas y adjetivos muy rimbombantes para referirse a un producto o marca. Por norma deben entrar dentro de alguna de las clasificaciones aquí descritas.
Si una persona está acostumbrada a tomar destilados maduros, su mejor opción es tomar un reposado. Igual para todos aquellos que van a tener su primer contacto con la bebida.
Luego de este primer contacto pueden intentar con un tequila blanco, que es la expresión más pura de este destilado.
Los tequilas blancos 100% de agave se prestan perfectamente para hacer cócteles, como la ya tradicional paloma.
Luego de una comida fuerte, lo más recomendable es tomar un tequila reposado o añejo solo. Eso fungirá como una especie de digestivo.
Fuente: Noticias Vespertinas