Un bar australiano encontró la manera de elaborar cerveza deliciosa y reducir su huella de carbono al mismo tiempo con microalgas.
Los clientes de la cervecería Young Henrys, en Australia, se sientan para disfrutar de una cerveza fría en compañía de amigos; mientras, en la parte trasera del bar, se encuentran dos biorreactores verdes llenos de billones de microalgas con un propósito: reducir emisiones de carbono.
El carbono producido a partir de la fermentación de un paquete de seis cervezas puede tardar hasta dos días en absorberse, dicen los expertos, por lo que los cofundadores de Young Henrys se propusieron encontrar una manera de reducir la huella de carbono de su cervecería. Con la ayuda de científicos de la Universidad de Tecnología de Sídney (UTS), encontraron su respuesta: microalgas.
El carbono emitido por la cerveza en fermentación es capturado para alimentar a las algas, que luego se reproducen y transforman el CO2 en oxígeno. Los dos biorreactores de 400 litros (que ocupan cada uno alrededor de un metro de espacio en el suelo) producen tanto oxígeno como dos hectáreas de matorrales, dijo a Reuters el cofundador de Young Henrys, Oscar McMahon.
“Podríamos derribar todo nuestro sitio y plantar árboles, y pasarían años antes de que esos árboles hicieran la misma cantidad de captación de carbono y creación de oxígeno que estos dos biorreactores que podemos poner en marcha y están creando oxígeno”, dijo McMahon. “Como solución urbana para la captación de carbono y la producción de oxígeno es alucinante”.
Algas para reducir emisiones
UTS y Meat & Livestock Australia se unieron al equipo de la cervecería Young Henrys para investigar si las algas que cultivan para su cervecería podrían usarse para compensar las emisiones de metano de la industria ganadera australiana. Actualmente, Young Henrys envía el grano sobrante de la aelboración de cerveza a los agricultores como alimento para el ganado y las primeras investigaciones muestran resultados prometedores de que agregar microalgas a la mezcla podría reducir las emisiones de metano de las vacas hasta en 20%.
Las algas desempeñarían un papel importante en el futuro en una economía circular sostenible, donde el carbono se reutiliza y los desechos de una industria se convierten en un producto importante en otra, de acuerdo al profesor Peter Ralph, director ejecutivo del Clúster de Cambio Climático de la Universidad de Tecnología de Sydney (UTS).
“En lugar de desenterrar algo, fabricar un producto y luego tirarlo, lo circularizamos y realmente usaríamos nuestro carbono de manera efectiva y creo que ese será el futuro, donde las industrias quieran usar carbón reciclado, no carbono fósil”, dijo.
Australia, uno de los principales productores mundiales de carbón y gas, ha adoptado un objetivo de cero emisiones netas de carbono para 2050, pero el primer ministro Scott Morrison dijo que no legislaría el objetivo. Rechazó una promesa global, liderada por la Unión Europea y Estados Unidos, de reducir las emisiones de metano en 30% para 2030.
Fuente: TV Azteca