Un grupo de estudiantes de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) planea desarrollar un producto que permite conservar las frutas y verduras por más tiempo. Por esta innovación, su investigación –denominada MikuyTec– ha recibido el premio Grand Prize en la iGEM Design League, un evento mundial de biología sintética dirigido a estudiantes de Latinoamérica.
Nadia Chamana, estudiante del octavo ciclo de Bioingeniería y líder del equipo MikuyTec, explicó a El Peruano que el objetivo principal de la investigación es extender el tiempo de vida de frutas y verduras para así reducir la gran cantidad de desperdicios a causa de hongos y degradación que sufren estos alimentos. Además, esperan poder constituirse como la primera startup peruana enfocada en biología sintética.
El producto se ha diseñado tomando como base péptidos antifúngicos y antioxidantes (proteínas), que serán producidos a gran escala por medio de la biología sintética, es decir, serán sintetizados por una bacteria (la Escherichia coli).
“Queremos impulsar la conservación de frutas y verduras, ya que el Perú se perfila como una potencia agroexportadora, y a la vez promovemos la agricultura familiar, pues los productos derivados de esta actividad son en muchas ocasiones desperdiciados o se deterioran rápidamente”, sostiene a su vez la doctora Úrsula Rodríguez, docente de la UTEC y asesora del proyecto.
Para su próximo desarrollo, los organismos se extraen de estas proteínas para ser liofilizadas, por lo que se deshidratarán de tal manera que solo sean activadas por agua. Por ello, la versión final será una sustancia en polvo.
Procedimiento científico
“El trabajo de biología sintética permitirá hacer una superproducción de estas proteínas. Este microorganismo [E. coli] no va a tener una producción normal de la proteína, sino una superproducción, por lo que el rendimiento va a aumentar y los costos disminuirán”, afirma Rodríguez. Asimismo, comenta que el producto ya pasó por una etapa de evaluación de bioseguridad.
“Esperamos contribuir también con la mejora en la economía de los agricultores, con quienes hemos conversado y validado estas problemáticas”, apunta Chamana. Este producto podrá ser usado en diferentes frutas y verduras sin restricción, pues es un proyecto extrapolable y accesible para todo tipo de empresa agroexportadora.
“Vamos a combatir hongos como el Aspergillus y Trichoderma, que afectan a las fresas, pero que también se pueden encontrar en otras frutas, como el aguaymanto. Por eso, no hay una limitación en cuanto a los alimentos a los que se puede aplicar el producto”, según la doctora Rodríguez.
Premios por la innovación
La idea del producto nació mientras el equipo buscaba una solución al problema de los desperdicios de frutas y verduras que tienen las empresas agroexportadoras y los agricultores. Tras buscar y evaluar las diversas soluciones, MikuyTec optó por esta idea, que será segura y accesible.
Por la innovación, el equipo obtuvo el primer puesto en la competencia iGEM Design League, ganando el Grand Prize entre 25 equipos de 8 países. Cabe resaltar que este evento estuvo dirigido a estudiantes de Latinoamérica y permite el desarrollo de propuestas innovadoras basadas en herramientas de biología sintética y análisis computacionales.
“No existe un producto de por sí en Perú y en el mundo que sea similar al nuestro. Si bien existen tecnologías similares que se están intentando crear, no están asociadas a la biotecnología, por lo que no se pueden trabajar a gran escala”, revela Chamana.
El equipo intenta continuar con la investigación, por lo que espera poder contar con financiamientos para masificar y producir a gran escala el producto. “Este proyecto se ha enfocado en el desarrollo sostenible: hambre cero, consumo responsable, menor uso de fertilizantes y desgaste de tierra, aumento de recursos con agroexportación, promoción y sostenibilidad de la agricultura”, explica la docente.
Dentro de los tantos reconocimientos, el equipo resalta el de “Local Heroes”, pues representa el espíritu de la organización, según comenta la estudiante. “Nosotros no buscamos sacar una empresa, ganar dinero y dejarlo ahí. Realmente queremos tener un impacto en la agricultura”.
Como parte del proyecto, también se publicó un libro para colorear dirigido a niños de 3 a 12 años de edad, traducido al inglés, español y quechua que explica los beneficios de la biología sintética. “Ese cuento está esperando una difusión mayor, pero por lo pronto se ha difundido en colegios”, concluye Rodríguez.
Fuente: El Peruano