Una investigación de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche concluye que, en los niños, el índice de masa corporal podría estar asociado a mayores alteraciones del procesamiento sensorial táctil. Un equipo de diez investigadoras en Terapia Ocupacional de la UMH, liderado por las profesoras Eva María Navarrete y Desirée Valera, ha analizado por primera vez la relación entre el índice de masa corporal (IMC) y el procesamiento sensorial en niños españoles de entre 3 y 7 años.
El procesamiento sensorial es la capacidad neurológica que tienen las personas para registrar, organizar y contextualizar la información que recibe el cerebro a través de los sistemas sensoriales: vista, oído, tacto, gusto, olfato, propiocepción y vestibular. Por ello, los problemas asociados al procesamiento sensorial pueden tener efectos negativos en el desarrollo normal de los niños e incluso puede llegar a limitar su participación en rutinas o actividades de la vida cotidiana.
El estudio de la UMH, publicado en la revista Nutrients, pone de manifiesto que los problemas de procesamiento sensorial deben tenerse en cuenta como un factor relevante en el contexto de la obesidad infantil, uno de los problemas más graves de salud pública a los que se enfrenta la sociedad española, según las investigadoras.
Este trabajo, junto con otro previo, muestra que los niños con sensibilidad táctil atípica, es decir, los niños que presentan problemas para asimilar la información del sentido del tacto, pueden tener una alimentación de peor calidad ya que presentan problemas para seguir la dieta mediterránea. En concreto, tienen menos posibilidades de utilizar aceite de oliva y comer regularmente verduras y cereales.
Las autoras del artículo hacen hincapié en que es fundamental que se ponga el foco en los factores que pueden afectar potencialmente a la salud de los niños a la hora de investigar sobre obesidad infantil. Sus hallazgos señalan que los problemas de procesamiento sensorial son un factor a tener en cuenta en futuras investigaciones.
Para llevar a cabo esta investigación, se ha trabajado un cuestionario que determina el perfil sensorial de los niños, no como herramienta de diagnóstico, sino como medida de cribado que puede ser de utilidad para identificar la presencia de ciertos síntomas y recurrir así a un terapeuta ocupacional.
Esta investigación se ha llevado a cabo desde el proyecto InProS (Infancia y Procesamiento Sensorial), iniciado en 2016 de la mano del grupo de Investigación en Terapia Ocupacional de la UMH. Se trata de un estudio transversal que tiene el objetivo de describir la prevalencia y los factores asociados a las dificultades del procesamiento sensorial de los niños y niñas alicantinos de entre 3 y 7 años.
Fuente: Revista Alimentaria (España)