Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) votaron a favor de la propuesta de la Comisión Europea (CE) para reducir la presencia en los alimentos de la acrilamida, una sustancia cancerígena que aparece al freír, cocer y asar papas y productos a base de cereales o café.
El nuevo reglamento exigirá a las empresas alimentarias aplicar medidas obligatorias para disminuir la presencia de acrilamida, que serán proporcionales al tamaño y la naturaleza de su establecimiento, precisó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
El texto aprobado será enviado al Parlamento Europeo y el Consejo, donde se examinará durante un plazo máximo de tres meses antes de su adopción definitiva por parte de la Comisión.
La entrada en vigor del reglamento se prevé para la primavera de 2019, indicó la CE, que también tiene la intención de debatir medidas adicionales, como la fijación de niveles máximos de acrilamida en determinados alimentos en cuanto se haya adoptado esa normativa.
“El nuevo reglamento no sólo contribuirá a reducir la presencia de esta sustancia cancerígena, sino que también ayudará a sensibilizar sobre cómo evitar la exposición a ella, que a veces se origina al cocinar en casa”, aseguró el eurocomisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis.
La organización europea de consumidores BEUC dio la bienvenida a la decisión “como un primer paso”, pero lamentó que la Unión Europea no establezca límites obligatorios para reducir la presencia de la acrilamida.
“Han pasado 15 años desde que los científicos han sabido de la presencia de la acrilamida en la comida y han advertido sobre sus efectos para la salud”, afirmó la directora general de BEUC, Monique Goyens.
Sin embargo, añadió que los niveles de esa sustancia en los alimentos del viejo continente han permanecido “prácticamente iguales”.
“Por tanto, es una buena noticia que la UE finalmente obligue a la industria a actuar y reducir la acrilamida en sus papas fritas, pan, galletas o café”, declaró Goyens, quien agregó que los miembros de su organización han detectado niveles diferentes de la sustancia en los mismos tipos de alimentos.
La acrilamida es un producto químico que surge de manera natural al freír, cocer o asar papas, cereales o café por encima de los 120 grados centígrados. Investigaciones han demostrado que produce cáncer en animales y, por tanto, los científicos han concluido que también puede aumentar el riesgo de padecer esa enfermedad entre los seres humanos, precisó BEUC.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) confirmó en 2015 que es una sustancia cancerígena y, a raíz de ese dictamen, la Comisión entabló conversaciones con las autoridades de los Estados miembros con el fin de determinar medidas para reducir la presencia de acrilamida en los alimentos.
Fuente: EFE (vía La Vanguardia)