Desde que nacemos, el alimento principal al que debemos tener acceso es la leche, pues es una de las fuentes más ricas de nutrimentos de origen natural. Este alimento contiene 20 nutrientes, como calcio, magnesio, fósforo, vitaminas A, B2, B12 y D.
Así, el pasado 1 de junio la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) celebró el Día Internacional de la Leche, con el fin de incentivar su consumo.
La FAO indica que un vaso de leche al día suministrado a niños de cinco años proporciona el 21% de las necesidades de proteína, 8% de calorías y contiene micronutrientes clave.
La razón de tomarla por la mañana es que da la sensación de saciedad y esto ocasiona que no se requiera consumir otros alimentos a media mañana.
Muchos alimentos contienen calcio, pero los productos lácteos son la mejor fuente. La leche y sus derivados tales como el yogurt, el queso y el suero de leche contienen una forma de calcio que el cuerpo puede absorber fácilmente.
Se recomienda leche entera (con 4% de grasa) para los niños de entre 1 y 2 años de edad. Los adultos y los niños mayores de 2 años de edad deben tomar leche baja en grasa (2% o 1%) o leche desnatada y otros productos lácteos. Remover la grasa no reducirá la cantidad de calcio en un producto lácteo.
El yogurt, la mayoría de los quesos y el suero de leche son excelentes fuentes de calcio y vienen en presentaciones libres de o bajas en grasa. La leche también es una buena fuente de fósforo y magnesio que ayuda al cuerpo a absorber y utilizar el calcio.
La vitamina D se necesita para ayudarle a su cuerpo a usar el calcio. Por esta razón, la leche se fortifica con esta vitamina.
Es posible que haya escuchado que no se debe dar leche de vaca a bebés de menos de 1 año de edad. Esto se debe a que la leche de vaca no ofrece una cantidad suficiente de ciertos nutrientes. Además, al bebé le cuesta trabajo digerir las proteínas y la grasa de la leche de vaca. No obstante, es seguro darles leche de vaca a niños mayores de 1 año de edad.
Un niño de 1 o 2 años de edad debe tomar únicamente leche entera. Esto se debe a que el cerebro en desarrollo del infante necesita la grasa de la leche entera. Después de los 2 años de edad, los niños pueden tomar leche baja en grasa o incluso leche descremada si tienen sobrepeso.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (U.S. Department of Agriculture) recomienda las siguientes cantidades diarias de lácteos para niños y adolescentes:
Dos a 3 años de edad: 2 tazas (480 ml).
Cuatro a 8 años de edad: 2½ tazas (600 ml).
Nueve a 18 años de edad: 3 tazas (720 ml).
Una taza de lácteos equivale a:
Una taza (240 ml) de leche.
Ocho onzas (240 ml) de yogurt.
Dos onzas (56 gr) de queso americano procesado.
Una taza (240 ml) de budín preparado con leche.
Fuente: Plano Informativo