La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) del Gobierno de Estados Unidos se ha puesto firme con el etiquetado de los alimentos procesados y ha cambiado las reglas que dicen qué es y que no es saludable.
Con la nueva propuesta el aceite de oliva pasa a ser considerado saludable mientras que los cereales azucarados y el yogurt procesado no.
Entre otros cambios, a partir de ahora se incluye los criterios nutricionales que debe cumplir un producto para poner la declaración “saludable” en el paquete. La FDA también está realizando investigaciones para crear un símbolo que lo indique en la etiqueta y que de este modo el consumidor pueda identificar de un modo fácil y rápido lo que está comprando.
La propuesta estadounidense es similar a la etiqueta de Nutri-Score que se aplica en España desde 2021 aunque algo más precisa.
Ayudar a los consumidores en su nutrición
Los datos que manejaba la FDA son alarmantes, más del 80% de las personas en los EE. UU. no comen suficientes verduras, frutas y productos lácteos y la mayoría consume demasiados azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio. Por eso nació la propuesta de ayudar a los consumidores a mejorar la nutrición y sus patrones dietéticos actualizando las etiquetas, añadiendo por ejemplo los azucares agregados (los que se añaden durante el procesamiento de los alimentos).
Una actualización necesaria en cuanto a que la definición actual se estableció en 1994, con unos estándares de nutrición hoy en día difícilmente entendibles, como que el agua natural con gas no se considerara saludable.
“Los patrones de alimentación saludables están asociados con una mejor salud, pero los patrones de alimentación de la mayoría de las personas no se alinean con las recomendaciones dietéticas actuales”, ha explicado Susan Mayne, Ph.D., directora del Centro de Seguridad Alimentaria y Nutrición Aplicada de la FDA.
La antigua definición se centraba en nutrientes individuales (como la grasa saturada, la grasa total, el colesterol y el sodio, junto con ciertas vitaminas, minerales, fibra y proteínas) con cantidades máximas para algunos y mínimas para otros.
Pero ahora la FDA entiende que puede haber variedad de nutrientes, y no sólo de nutrientes individuales, así que propone una definición actualizada de la declaración “saludable” para su uso en los paquetes de los alimentos, que incluye lo siguiente:
Un alimento tiene que contener una determinada cantidad de un grupo de alimentos como frutas, verduras, cereales, proteínas y lácteos.
Un alimento no puede contener demasiadas grasas saturadas, sodio o azúcares añadidos.
La nueva etiqueta además debe declarar los azúcares añadidos para ayudar a los consumidores a mantener prácticas dietéticas saludables.
Cambios en la categoría de alimentos
Gracias a los nuevos cambios previstos se establecen límites específicos para ciertos nutrientes, como grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos. El umbral de los límites se basa en un porcentaje del valor diario (DV) del nutriente y varía según el alimento y el grupo de alimentos. El límite de sodio es el 10 % del DV por porción (230 miligramos por porción).
Con estas novedades y actualizaciones algunos alimentos pasan ahora a ser considerados saludables.
Alimentos como el salmón, los aguacates y el aceite de oliva, que según las regulaciones actuales no califican para el uso de la declaración “saludable”, sí lo harían según la definición propuesta. Los alimentos como los cereales azucarados y el yogur que tienen una cantidad de azúcares añadidos superior a la permitida ya no cumplirían los requisitos.
El agua natural sin gas y el agua natural con gas también podrían etiquetarse como “saludables”. Según la regulación actual, el agua no puede ser etiquetada como “saludable”.
Instan a que los fabricantes mejoren los productos
Además de establecer un nuevo etiquetado desde la FDA se cree que “la adopción de la definición actualizada puede ayudar a fomentar un suministro de alimentos más saludable si algunos fabricantes reformulan (p. ej., agregan más vegetales o granos integrales para cumplir con los criterios) o desarrollan productos que cumplen con la definición actualizada”.
Por eso confían en que la actualización de la definición de “saludable” pueda dar lugar a un mayor número de alimentos saludables en el mercado.
Nutri-Score
Desde 2021 en España se ha adoptado el sistema de etiquetado Nutri-Score con la intención de facilitar la comprensión de la información nutricional del alimento procesado, favoreciendo la toma de decisiones más saludables.
Consiste en un logo o gráfico basado en una escala de 5 colores, de verde oscuro a naranja oscuro, asociados a cinco letras, de la A a la E. De esa forma, hay cinco variantes del logo Nutri-Score, que reflejan de manera gradual, de mayor (letra A y color verde) a menor (letra E y color naranja fuerte), la calidad nutricional global de los alimentos.
Pera esta medición presentó algunos problemas dado que algunos de los requisitos de evaluación se basa en los perfiles nutricionales de la Agencia de Normas Alimentarias (Food Standard Agency) del Reino Unido de 2005 y los estándares están algo obsoletos. Por eso se está estudiando actualizarlos, cambiando el algoritmo, adaptándolo a la evidencia científica actual.
Ahora mismo la puntuación se obtiene de un cálculo que tiene en cuenta la cantidad de componentes cuyo consumo debe promoverse (componentes favorables: frutas y hortalizas, proteínas, fibra, aceite de oliva, colza o nuez) o cuyo consumo debe limitarse (componentes desfavorables: grasas saturadas, azúcares, sal y energía), por cada 100 g o 100 ml de producto.
Según datos del 2020, más de la mitad de la población adulta española presenta exceso de peso, de los que un 16% padecen obesidad y un 37.6% sobrepeso y, por tanto, el 536% de los adultos tiene exceso de peso (obesidad + sobrepeso) (Encuesta Europea de Salud 2020).
Fuente: Nius Diario