En el municipio de San Ignacio, se llevó a cabo la décima Feria del Maíz Criollo del Sur de Sinaloa, evento realizado en la biblioteca virtual de la cabecera municipal.
La moderadora del evento fue Eunice Murúa Figueroa, educadora ambiental del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. Unidad Mazatlán, apoyada por Marisol Amador Medina, directora del Área de Protección de Flora y Fauna Meseta de Cacaxtla.
Este festival estuvo vinculado al aniversario de la declaratoria de área natural protegida de la Meseta de Cacaxtla, que recientemente el 27 de noviembre de este año cumplió 20 años.
Los participantes dijeron sentirse orgullosos de poder compartir con Sinaloa, México y el mundo, las experiencias de los maiceros.
Asimismo dijo agradecer a la Fundación Sinaloense para la Conservación de la Biodiversidad A.C, FUSCBIO y a su directora ejecutiva Yamel Rubio Rocha, así como al presidente del Comité Municipal Campesino de Concordia Mariano Navarro, por las acciones de conservación del Maíz criollo en el municipio de Concordia, donde se encuentra la mayor variedad de esta especie en el estado de Sinaloa.
Durante el programa que duró tres horas, participaron los maiceros de las comunidades de La Labor, El Tule, y El Veladero, así como el Aurelio Osuna Bonilla presidente del Comité del Juego del Ulama del sur de Sinaloa, quien habló sobre la historia de este deporte prehispánico que ha venido trascendiendo en su familia generación tras generación.
La Meseta de Cacaxtla es un ejemplo de Área protegida en la cual la sociedad civil, la academia las empresas, y el gobierno, han participado de forma activa durante estos veinte años en su conservación en los que el gobierno del Estado de Sinaloa prestado sus servicios en la operación de tan importante Área Natural Protegida.
A veinte años de su operación el APFFMC, es un ejemplo de participación social donde decenas de familias sinaloenses se unen a la conservación de este legado, unas dedicando sus áreas voluntariamente a la conservación, otras a través de diferentes programas de conservación o empleo temporal entre otros, aunado al esfuerzo del consejo asesor que funge como promotor y guía de las Áreas Naturales Protegidas para lograr una mejor gestión de las de la misma, pues cuenta con el Programa de conservación para el desarrollo sostenible (PROCODES) el cual consiste en subsidios para el fortalecimiento de la participación de las comunidades y ejidos en actividades de protección de ecosistemas y desarrollo sustentable de área prioritarias.
Amador Medina dijo que sin duda la participación de las mujeres en la conservación del maíz criollo del sur de Sinaloa es muy importante no sólo por su trabajo de procesado de la semilla mediante la transformación del alimento, sino también al compartir sus experiencias como la señora Lucinda de la comunidad de la labor San Ignacio quien orgullosamente dice “soy agricultora”.
“El arduo trabajo que se ha realizado en las comunidades de la Meseta de Cacaxtla por el concepto de maíz criollo ha sido lento pero persistente, podremos ver y escuchar a los agricultores en sus propias expresiones que si bien los apoyos han sido efectivos y el trabajo no ha faltado, hay un lamento que se presenta en todas las comunidades, la falta de agua, es importante remarcar que esta siembra son de temporal por lo que depende de las lluvias en primavera verano el noventa por ciento de la producción es de autoconsumo con variedades nativas y los alcances comerciales son mínimos, así que reconocer y darle el valor a nuestros variedades de maíz es un paso muy importante la implementación para que se fortalezca lo que ha persistido por tantos años”
Fuente: Debate