La elaboración de una galleta o barra nutritiva a partir de ingredientes como linaza, chía, avena, semillas de girasol, granola, maíz, miel y como sustituto de agua el uso de leche kefirada (parecido a un yogurt casero), es la propuesta de Roberto Ordóñez Gómez, estudiante del Instituto Tecnológico Superior de Huauchinango, en Puebla, para elaborar un suplemento alimenticio capaz de combatir la desnutrición infantil en comunidades marginadas del país.
Llamado “Nutrí Kefí”, fue el proyecto ganador del Reto Seguridad Alimentaria del concurso Vive conCiencia, organizado por 23 instituciones y coordinado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
“En mi tecnológico hicimos unas pruebas nutrimentales, con las cuales cuantificamos las proteínas, calorías y otros elementos nutricionales. Llegamos a la conclusión de que las galletas que actualmente reparte el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) para los niños en edad preescolar, tienen más del cuádruple de calorías y menor contenido proteico que las que tiene Nutrí Kefí. Además, nuestra propuesta es un alimento probiótico que ayuda a regenerar la flora intestinal y mejora la absorción de nutrientes.
“Las barras que da el gobierno para los niños, en lugar de beneficiarles, en algunas ocasiones los engorda, porque tienen demasiadas calorías y grasas, conjuntamente tienen unos aceites que en el hígado de los niños es difícil de desdoblar, por lo cual se van a otras regiones del organismo y los engorda, lo cual hace que haya niños gordos pero desnutridos”, explicó Roberto Ordóñez.
Según el Informe Mundial 2015 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, uno de cada tres personas en el mundo padece desnutrición, 61.6 por ciento de ese total son niños.
“Nutrí Kefí es un suplemento alimenticio rico en proteínas, vitaminas, minerales, calcio, potasio y muchos nutrientes; estas galletas no tienen comparación alguna con otro suplemento alimenticio, no hay indicio de otro producto con tales beneficios nutricionales en el país, y es que a pesar de los miles de productos y marcas en el mercado, ninguno posee tales elementos nutracéuticos para el organismo, cabe señalar que a este producto no se le agregaría ningún ingrediente químico que altere la calidad nutricional de dicho alimento”, precisó el joven innovador.
Gran parte del éxito de este producto es que está realizado con kéfir lácteo, fermentado mediante hongos y bacterias, originario de la región del Cáucaso. Su nombre se deriva de la palabra turca Kefy que significa “buen sabor”. El nombre popular en México es búlgaros.
Profesionales de la salud recomiendan el kéfir como un alimento probiótico benéfico para los niños, personas con insuficiencia gástrica, convalecientes, personas inmunodeprimidas o de edad avanzada.
Roberto Ordóñez Gómez fue uno de los ganadores del concurso Vive conCiencia, que a través de la ciencia y la tecnología realizaron propuestas para resolver 10 de los retos de la Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación, que son: Educación, Agua, Medio Ambiente, Seguridad Alimentaria, Energía, Salud Pública, Cambio Climático, Investigación Espacial, Migración y Salud Mental.
Fuente: La Jornada Aguascalientes (con información del Foro Consultivo)