El gofio contribuye a que nos podamos ejercitar mejor y a una salud cardíaca mucho más fuerte.
Un estudio científico realizado por investigadores en España sugeriría nuevamente la importancia que tiene la alimentación en nuestra salud, al señalar al gofio como un alimento importante para nuestras destrezas físicas y para la salud cardíaca.
El gofio es un cereal que mantiene la gran mayoría de sus nutrientes después del proceso de tostado de grano, que es distinto al procedimiento de producción de los cereales americanos. Puede que sea este factor lo que lo convierte en un cereal tan interesante y saludable.
Aproximación
De acuerdo con La Provincia, el Hospital Universitario de Canarias (HUC) confirmó que las personas que consumen gofio por un tiempo prolongado desarrollan mejores aptitudes para el ejercicio, y también tienen un riesgo menor a sufrir enfermedades arteriales coronarias.
La información surgió a raíz de una investigación desenvuelta entre los años 2007 y 2014. Estudiaron la información de mil pacientes entre 70 y 80 años de edad con síntomas de dolor de pecho.
La investigación habría descubierto que las personas que habitualmente consumieron gofio por un periodo mínimo de 40 años gozan de una mejor capacidad funcional, mejor índice de éxito en las pruebas de esfuerzo, y de un menor riesgo de enfermedades arteriales.
Objetivo y métodos
El objetivo principal de la investigación consistía en determinar si el consumo de gofio influía sobre la capacidad de hacer ejercicio y si reducía el riesgo de sufrir una enfermedad arterial coronaria en personas de 70 años.
A los individuos incluidos en el estudio se les hizo una encuesta sobre el consumo de gofio en el desayuno y un cuestionario de dieta mediterránea y también de factores cardiovasculares.
Se prevé que el siguiente paso del estudio consista en elegir individuos con un riesgo alto de enfermedad cardiovascular pero que no hayan desarrollado enfermedad todavía, y dividir el grupo 2 dos: uno que consuma gofio y otro que no. Esta dieta se aplicaría por al menos cinco años.
Fuente: La Opinión
