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Gran avance en la producción rentable de carne cultivada

Un estudio pionero demuestra el primer método rentable para producir carne cultivada. El estudio demuestra que la fabricación continua resuelve los principales problemas de escalabilidad y costo, lo que podría poner la carne cultivada al alcance de los consumidores y contribuir a un sistema alimentario más sostenible y ético.

En un avance extraordinario para la agricultura celular, el profesor Yaakov Nahmias, fundador de Believer Meats, y un equipo multidisciplinar de la Universidad Hebrea de Jerusalén y de la industria de la carne cultivada dieron a conocer un proceso pionero de fabricación continua de carne cultivada. Esta innovación aborda los retos críticos de la industria en cuanto a escalabilidad y rentabilidad.

El estudio, “Continuous Manufacturing of Cultivated Meat: Empirical Economic Analysis” (Fabricación continua de carne cultivada: análisis económico empírico), publicado en Nature Food, demuestra el uso de la filtración de flujo tangencial (TFF) para la fabricación continua de carne cultivada. El nuevo conjunto de biorreactores permite la expansión de la biomasa hasta 130.000 millones de células por litro, con lo que se alcanzan rendimientos del 43% en peso por volumen. El proceso se llevó a cabo de forma continua durante 20 días, permitiendo cosechas diarias de biomasa. Además, la investigación introduce un medio de cultivo sin componentes animales, con un precio de sólo 0,63 dólares por litro, que permite el cultivo a largo plazo y de alta densidad de células de pollo. En otras palabras, este método de fabricación continua podría reducir significativamente el coste y la complejidad de la producción de carne cultivada, acercándola potencialmente a los consumidores cotidianos.

“Nos inspiramos en la forma en que la cadena de montaje automatizada de Ford revolucionó la industria automovilística hace 110 años”, declaró el profesor Nahmias. “Nuestros hallazgos demuestran que la fabricación continua permite producir carne cultivada a una fracción de los costes actuales, sin recurrir a la modificación genética ni a las megafábricas. Esta tecnología nos acerca a hacer de la carne cultivada una alternativa viable y sostenible a la ganadería tradicional.”

Bruce Friedrich, Presidente de The Good Food Institute, expresó su apoyo afirmando: “GFI aplaude el espíritu de apertura que sigue caracterizando a los investigadores de la carne cultivada como el Dr. Koby Nahmias y sus colegas, que entienden que mostrar el potencial científico de la carne cultivada beneficiará a todos los científicos que trabajan en este campo.”

Esta investigación representa un avance significativo en la viabilidad económica de la carne cultivada, abordando las preocupaciones previas sobre los altos costes y los bajos rendimientos. A partir de estos datos empíricos, el equipo realizó un análisis tecnoeconómico de una hipotética instalación de producción de 50.000 litros. El análisis indica que el coste de producción del pollo cultivado podría reducirse teóricamente a 6,20 dólares la libra, alineándose con el precio del pollo ecológico.

El Dr. Elliot Swartz, Científico Principal de Carne Cultivada de The Good Food Institute, destacó la importancia de los resultados del estudio: “Este importante estudio aporta numerosos datos que demuestran la viabilidad económica de la carne cultivada. El estudio confirma los primeros cálculos teóricos de que los medios sin suero pueden producirse a costes muy inferiores a 1 $/L sin perder productividad, que es un factor clave para que la carne cultivada alcance la competitividad de costes.” El Dr. Swartz añadió que “los datos empíricos son la base de cualquier modelo de costes de producción de carne cultivada a escala, y este estudio es el primero en proporcionar pruebas empíricas del mundo real de los factores clave que influyen en el coste de producción, como el coste de los medios, la eficiencia metabólica y los rendimientos alcanzables en un diseño de bioproceso escalable.”

Aunque los autores reconocen que hay otros factores que afectarán al precio final de mercado de la carne cultivada, esta investigación subraya el potencial de la fabricación continua para reducir significativamente los costes de producción, haciendo que la carne cultivada sea más accesible a los consumidores y competitiva con los productos cárnicos convencionales.

Este estudio no sólo pone de relieve la promesa de la agricultura celular para satisfacer la demanda mundial de productos animales, sino que también se alinea con objetivos medioambientales y éticos más amplios al reducir la dependencia de la ganadería tradicional.

La investigación representa la primera demostración de fabricación rentable de carne cultivada y el primer análisis económico empírico basado en datos sólidos. Se trata de un esfuerzo de colaboración entre ingenieros, biólogos y químicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y la empresa Believer Meats, financiada por ADM, que está construyendo la primera planta de producción industrial de pollo cultivado a gran escala del mundo.

Dado que se prevé que la demanda mundial de proteínas animales se duplique de aquí a 2050, la agricultura celular ofrece una solución para satisfacerla, sobre todo cuando la producción ganadera, que consume muchos recursos, alcance su capacidad máxima. A pesar de las recientes aprobaciones de la FDA para la producción de carne cultivada, la producción a gran escala de carne cultivada aún no es una realidad. Anteriores análisis tecnoeconómicos sugerían problemas económicos, desde los costes de las fábricas hasta los de las materias primas, lo que hacía dudar de la viabilidad de la producción de carne cultivada.

Este trabajo presenta soluciones revolucionarias, como una novedosa perfusión de filtros que reduce los costes de la fábrica, un medio sin componentes animales que reduce los costes de las materias primas y una fabricación continua que aumenta la capacidad de la fábrica, proyectando una producción anual de 2.14 millones de kg de pollo cultivado a coste paritario con el pollo ecológico USDA incluso para una pequeña instalación de 50,000 litros.

Este avance tecnológico podría tener un profundo impacto en el bienestar animal, la seguridad alimentaria y la inocuidad de los alimentos, atendiendo a las necesidades de una población mundial cada vez más afectada por el cambio climático. Se espera que el estudio suscite un gran interés en múltiples disciplinas y resuene en los medios de comunicación populares por sus implicaciones para el futuro de la humanidad.

Fuente: Yumda

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