Científicos coreanos han ideado un nuevo método para la impresión tridimensional de alimentos. Para la producción de la “tinta”, en este caso se utiliza el molido criogénico de las materias primas. La nueva tecnología permite obtener alimentos con el contenido de nutrientes adecuado, con una textura determinada y una velocidad de digestión controlada, según informaron los autores del método en la conferencia Experimental Biology 2018, celebrada del 21 al 25 de abril en San Diego, California (EUA).
Para ampliar las posibilidades de la impresión 3D en la industria alimentaria, un grupo de científicos coreanos dirigido por Jin-Kyu Rhee de la Universidad Femenina de Ewha, desarrolló y creó un sistema de impresión de alimentos que permite un control preciso sobre la composición y textura. La principal innovación de los científicos es el uso de la harina criogénica en la primera etapa, con la ayuda de la cual se obtienen micropartículas formadas por carbohidratos y proteínas de los productos. La composición y propiedades exactas de estas micropartículas amorfas se pueden controlar después mediante la recristalización.
Posteriormente, el polvo compuesto de estas partículas de carbohidrato y proteína se combinan con polímeros de unión y de la mezcla resultante se obtiene una película porosa de una forma predeterminada gracias a la impresión 3D. Luego, se ensamblan los bloques de alimentos, en los que se especifica con precisión la forma, la estructura porosa interna y el contenido de nutrientes.
El autor señala que debido a la estructura porosa de los materiales impresos, es posible cambiar tanto la textura superficial como interna de los productos obtenidos, haciéndolos parecidos a la textura de los alimentos reales. Según ellos, la ventaja principal de esta tecnología consiste en que con su uso es posible variar no sólo el contenido de nutrientes en los alimentos, sino también la velocidad de la digestión de la comida y la absorción de nutrientes en el estómago.
El año pasado, científicos crearon un ovario bioprostético utilizando estructuras microporosas impresas en 3D, que restaura la función ovárica en ratones esterilizados.
Fuente: N+1