Investigadores de Singapur han desarrollado un método novedoso para la impresión 3D de verduras utilizando hidrocoloides alimentarios. Los métodos anteriores de impresión 3D de comida se han basado en gran medida en polvos vegetales liofilizados. Este nuevo método, sin embargo, se centra en el uso de verduras frescas y congeladas para crear “tintas alimentarias” compatibles con las impresoras 3D. La ventaja de utilizar verduras frescas y congeladas, en lugar de secas, es que conserva mejor sus nutrientes y su sabor. Además, este nuevo método de impresión 3D de alimentos es más económico que la mayoría de los métodos existentes.
Este descubrimiento fue el resultado de una colaboración entre la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU), la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur (SUTD) y el Hospital Khoo Teck Puat (KTPH). La investigación tenía como objetivo ayudar a las personas con disfagia, es decir, con dificultad a la hora de tragar alimentos. Este es un problema comúnmente experimentado por personas mayores y aquellas que padecen enfermedades debilitantes. Las personas con disfagia se limitan a consumir alimentos que son suaves y seguros para tragar. Por lo tanto, requieren una dieta restrictiva o alimentos que hayan sufrido modificaciones de textura. Con la idea de solventar este problema, entra en juego la impresión 3D de comida, y en este caso, de verduras.
Un hidrocoloide es una partícula, o coloide, que se ha hidratado o mezclado con agua. Los hidrocoloides son responsables de proporcionar a algunos alimentos la viscosidad, textura o estructura adecuadas. Tradicionalmente, los polvos utilizados en las tintas alimentarias contienen altos niveles de aditivos alimentarios, y en particular hidrocoloides. Si bien estos son útiles para estabilizar la tinta y facilitar el proceso de impresión 3D, una alta concentración de hidrocoloides cambia varios aspectos de los alimentos, incluidos el olor, el sabor y la textura. Esto a menudo hace que los alimentos se vuelvan menos apetitosos y, por ende, que puedan actuar como un elemento disuasorio y hacer que quienes padecen disfagia reduzcan su consumo de alimentos. En algunos casos, podría llegar incluso a la desnutrición. Por tanto, el equipo de investigación quería encontrar una forma de limitar los efectos perjudiciales de los hidrocoloides. Experimentaron con diferentes niveles de hidrocoloides para encontrar la cantidad mínima que aún haría que las tintas fueran compatibles con el proceso de fabricación.
Gracias a este novedoso método de impresión 3D de verduras, el equipo de investigación pudo crear platos de verduras más apetitosas y nutritivas limitando la cantidad de hidrocoloides en la tinta de los alimentos, así como utilizando verduras frescas y congeladas, en lugar de en polvo. Yi Zhang, el investigador principal del equipo de NTU comentó; “Nuestra tecnología ayuda a proporcionar a los pacientes disfágicos una dieta adecuada, rica en nutrientes y segura. Su alimentación es más digna, lo que les permite socializar y consumir comidas que se ven, se sienten y saben a comida normal”.
Fuente: 3dnatives