Se trata de un producto de la empresa Alimentos San José, desde donde destacaron su valor alimenticio y las dificultades que tuvieron para ponerlo a la venta, ya que debieron sortear inconvenientes administrativos durante seis años.
“Fue difícil el ‘parto’ de este jamón, porque su aprobación en Argentina nos llevó más de seis años. En nuestro código alimentario, que data de muchísimos años y aún no fue renovado, hay una cláusula que dice que no se le puede hacer ningún agregado de aceites esenciales a las carnes”, expresó en Radio Brisas el licenciado en Alimentación Mario Klichinovich, quien añadió que “había que lograr que las instituciones entendieran que no pretendíamos hacer eso, era todo un proceso mucho más largo y diferente”.
Klichinovich es gerente de producción y productos porcinos de Alimentos San José, la inventora del producto en cuestión. Durante la emisión del programa “Mapamorfi” destacó que el proceso productivo implica “suministrar el Omega 3 en la forrajería al cerdo, quien se alimenta de esto y en su metabolismo incorpora el Omega, de tal manera que queda adicionado en sus carnes, fundamentalmente en los músculos de alta tracción”.
En cuanto a la cantidad de sal, uno de los puntos más importantes de los fiambres y embutidos por el daño a la salud que produce su ingesta en exceso, el experto aseguró que el producto que presentan “tiene entre 1.5 y 1.7 gramos de sodio cada 100 g, una proporción realmente baja porque uno común tiene arriba de 2.2. El desafío fue lograr un jamón reducido en sodio, que no transmitiera ningún tipo de olor o sabor a pescado, porque ese aceite es extraído de peces de aguas profundas” e hizo hincapié en que “el laboratorio proveedor de este aceite es uno de los más importantes del mundo y está en el Parque Industrial de Mar del Plata, realmente un orgullo nacional porque es gente de una calidad humana y profesional enorme, que logró un aceite totalmente inocuo y de un valor nutricional muy importante”.
Su introducción al mercado y cómo adquirirlo
Klichinovich explicó que “el desafío era que una vez transformado en materia prima, el Omega 3 fuera estable y pudiera traducirse y quedarse en el jamón cocido final, que llega feteado al plato. Esa tarea que ahora parece sencilla, llevó un montón de tiempo, pruebas y chequeos analíticos. Toda una serie de cosas que hicieron que hoy esté ese producto aprobado y certificado“.
“Nuestra oferta aún está algo limitada porque la producción está atada a la producción del cerdo de criadero. Cada partida está totalmente certificada y homologada, por eso está un poco restringida a la cantidad de cajones que hacemos por semana, en este momento estamos en 2 mil kilos semanales con miras a elevarlo”, afirmó y enfatizó que “es un logro importante y, cuando el mercado consiga captar el beneficio de este producto, lo va a aceptar. Estamos trabajando con la gente de cardiología en Argentina, haciendo análisis para que ellos también den a conocer este producto, pero todo lleva su tiempo”.
En último término, el representante de Alimentos San José comentó que, además de un innovador producto, también comercializan jamón cocido tradicional y crudo de excelente calidad, mortadela con pistacho, lomitos ahumados con y sin hierbas, sopressata, entre otros. “Tenemos una línea que queremos realzar y cuidarla día a día”, concluyó Klichinovich en Radio Brisas.
Fuente: Infobrisas