Erika Janeth Rangel Muñoz, quien se encuentra en proceso de titulación del Doctorado en Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), trabaja en el proyecto titulado Caracterización molecular morfológica y aflatoxigénica de aislados de Aspergillus flavus nativos de Aguascalientes, el cual consiste en ofrecer a la población una estrategia para disminuir la contaminación por aflatoxinas en alimentos.
El hongo productor de la toxina es un habitante natural de la tierra, por lo que su eliminación sería una alteración al ecosistema, sin embargo, dentro de la familia de Aspergillus flavus hay dos variantes de hongos, uno que produce aflatoxinas y otro con la capacidad de inhibir la biosíntesis de la micotoxina en el hongo que la produce, por lo que Erika Rangel, junto a su equipo de investigación se dieron a la tarea de buscar ese hongo en nuestra ciudad y lo descubrieron.
Actualmente ya se realizan pruebas in vitro donde se han observado resultados de hasta un 80 por ciento de reducción de aflatoxinas. Esta toxina no puede erradicarse una vez que es consumida, pues al introducirse en nuestro organismo se aloja en el hígado y activa el metabolito permitiendo que se una al ADN. En consecuencia, los beneficios de esta investigación son muy favorables para la población, porque los grandes productos de alimentos que se consumen son de origen agrícola y algunos de los animales que se utilizan para la producción de alimentos han consumido alimento contaminado por la micotoxina.
Aún se trabaja en la implementación, pero se planea llevarlo al campo y asegurarse de que la producción de alimentos, no exponga la salud humana a esta toxina cancerígena.
En el proyecto también se han involucrado otras instituciones como la Universidad Complutense de Madrid, el Instituto Tecnológico Agropecuario y el Centro de Biotecnología Genómica del Instituto Politécnico Nacional, donde se hizo la caracterización molecular de los aislados de Aguascalientes.
Fuente: La Jornada Aguascalientes